La puerta #4

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Los seguí. Me imaginé que la mataría también, pero estaba tristemente equivocado. La agarró del brazo y tiró dejando claro quién estaba en control. Hice todo el ruido que pude, esperando y rogando que alguien pudiera escucharme y viniera en nuestra ayuda. No podía llevársela. No a ella.

Cuando pasó delante de mí me arrimé contra la pared y gemí en horror: "¿Por qué?". No respondió; en cambio puso su mano libre en mi cabeza, mientras Emilia gritaba por auxilio. -Buen chico. -Me dio otra sonrisa torcida. Los seguí hasta la puerta donde él la arrastraba consigo. La abrió de un empujón, se deslizó a través de ella y azotó la puerta detrás de sí.

Ahora estoy sentado en la cama, con mis padres adoptivos mutilados, temblando y gimiendo en consternación. Él está afuera con mi hermana y no puedo hacer nada para ayudarla. Lo haría si pudiera, pero no puedo. Iría tras ellos en un abrir y cerrar de ojos, pero no puedo. Me siento aquí, mirando a mis patas. Si tan solo pudiera abrir puertas...

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