LOS TRÁGICOS AMANTES DEL DISTRITO DOCE

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Desde el primer momento, el presidente Coriolanus Snow sospecho que los tributos del Distrito Doce le traerían problemas, solo que jamás imagino que el efecto de sus acciones tuviera tal magnitud. Cuando estuvieron dispuestos a suicidarse por su amor, conmovieron al pueblo del Capitolio, no así a los Distritos, que lo vieron acto de rebelión. Y todo fue saliéndose de control con el paso del tiempo.

Peeta Mellark y Katniss Everdeen suponían un peligro que debía ser eliminado de raíz, pero Seneca Crane tuvo compasión por ellos y los dejo sobrevivir. El presidente Snow pensó que no podía dejárselo pasar y lo encerró en un cuarto en cuyo centro de la habitación estaban las bayas venenosas que comenzaron el problema. Espero un par de días, hasta que Seneca se quito la vida voluntariamente. Él sonrió mirando con sus ojos de serpiente la pantalla mientras el cuerpo del hombre caía inerte sin vida en unos segundos.

Un asunto menos para solucionar. Pensó.

Sin embargo, aun quedaba un asunto más importante por resolver. Deshacerse de la Chica en Llamas y de su eterno enamorado. El Vasallaje de los Veinticinco fue la perfecta excusa. Plutarch Heavensbee, lo ayudo a cambiar la tarjeta correspondiente al tercer Vasallaje, por una nueva en la que rezaba:

"En el septuagésimo quinto aniversario, como recordatorio a los rebeldes de que incluso los más fuertes de entre ellos no pueden superar el poder del Capitolio, los tributos masculino y femenino serán cosechados de entre su existente colección de vencedores."

La única vencedora del Distrito Doce era Katniss Everdeen, y él Presidente inevitablemente sabía, que si el nombre de Peeta Mellark no salía, él mismo se presentaría voluntario para entrar con ella en la arena. Su suposición resulto ser acertada cuando el chico se ofreció voluntario para reemplazar a su antiguo mentor. Él chico se mostraba seguro y decidido, pero él presidente Snow pudo ver por unos segundos en las facciones da chica su temor. Eso le llamó poderosamente la atención, y prestó más atención a ellos a partir de entonces. En la arena ella demostró que lo amaba y que su vida tal vez sería horrible sin él a su lado. Perdió él control cuando el corazón del chico se paró, lo defendió y protegió pensando que Finnick Odair pretendía matarlo, hasta que se dio cuenta que pretendía salvarle la vida y bajo el arco, observando con los ojos llorosos como su "amante" era reanimado. Siguió llorando cuando su corazón empezó a funcionar nuevamente y lo atrajo hacia su cuerpo como si su propia vida dependiera de la supervivencia del chico. La noche en la playa le dijo que lo necesitaba y lo beso apasionadamente. Por primera vez, pensó Snow, Katniss no estaba fingiendo. Ella estaría perdida sin él.

Y sin quererlo, le había dado al presidente Snow, el arma perfecta para destruirla.

Ahora, tenía a Mellark.

Si corrompía el alma del chico, haciéndola que la odiara ferozmente deseando matarla, la destruiría a ella.

Y el Sinsajo acabaría muerto.


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