Capítulo 39

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La cara de mi tía cuando termino de decir eso ya me asusta más de lo que esta sed incontrolable lo hace.

Soy una maldita Neófita. Quiero sangre, y mucha.

No quiero más sangre de animales, como antes. Necesitó sangre humana.

—tía, necesito sangre —Digo como puedo.

-Es lamentable que al ser una vampira completa necesites sangre humana pero has el intento de beber la sangre de animales.

-tía, avísale a Derek que estoy aquí, por favor -Digo como puedo mientras tiro mi celular sobre la mesa y me paro de la silla.

-Está bien, que no te vean cariño.

-Bien. 

Salgo de la casa y comienzo a correr como puedo lo más lejos posible del complejo. No le haré daño a la gente que es como mi familia.

Corro, y corro más a por un olor peculiarmente delicioso que llega a mis fosas nasales desde una distancia considerable.

El olor se intensifica y comienzo preocuparme ya que, este olor tan delicioso, proviene de un pequeño campamento donde se encuentran al rededor de un fogata; una mujer de aproximadamente 30 años junto con un hombre de la misma edad. Riendo con dos niños. Una niña de 10 y un niño de 14, aproximadamente. 

-Ahg, la sangre de la mujer huele demasiado bien -Habla Kenia.

-No mataré a una familia -Susurro. 

Puede que al ser una vampira casi completa no tenga ni la mitad de mi alma viva, pero lo que queda se aferrará a lo que más me interesa para mantenerse viva. 

Una de las cosas por las cuales aún sé que tengo alma, es porque jamás asesinaría una familia, jamás destruiría algo tan bueno, que al menos yo no pude tener.

-Quizás tú no lo hagas, pero yo si - Habla Kenia un poco mas seria y comienzo a sentir como toma el control sin importar lo que me estoy esforzando para dejarla ahí adentro. 

Mis piernas comienzan a coordinarse solas y mis brazos no responden a ningún movimiento que no sea el que ella quiera hacer. Solo puedo mover los ojos. como si estuviera paralizada.

Mi cuerpo camina hasta salir de los arbustos, causando un sonido que capta la atención de la familia que Kenia asesinará.

La mujer se levanta y se acerca a mi prácticamente corriendo.

- ¡¿De donde has salido?! ¡Dios Santo estás helada! Ven cariño te traeré algo de comer y una manta, sientate allí.

Kenia permanece callada pero luego asiente y camina hasta el tronco que está desocupado en la fogata.

Minutos después aparece la misma mujer, pero ahora con una manta gruesa y un emparedado en las manos.

-Toma cariño, póntela -Dice sin más y me coloca la manta, cubriéndome completamente.

-Gracias -Habla Kenia. Parece extrañada. Desde cuando...

-No hay de qué, come tu emparedado, pero ahora ¿Qué hacías en el bosque a estas horas? y completamente sola -

Los demás que están aquí permanecen callados, hasta que la niña se para y se sienta junto a mi.

-Deberías llamar a tu mami, debe estar preocupada por ti -Su voz inocente hace que algo dentro de mi se remueva y sé que Kenia también lo siente.

-Mi madre murió cuando era pequeña -Habla Kenia y puedo sentir como una chispa de tristeza la ataca. 

Una gran demostración de que Kenia y Dana son una representación de mi alma.

-Oh lo siento cariño, Carrie no sabía...

-No se preocupe -Dice Kenia y sonríe.- y respondiendo a su pregunta, solo salí a dar una vuelta y caí por un pequeño barranco, nada grave, por eso estoy sucia.

-Y no te encontraste con ningún lobo? -Pregunta esta vez el chico. 

Lobos. Derek. 

-No, ellos no vienen por estos territorios, son mas de otros lugares, según tengo entendido -Habla Kenia.

- ¡Ah! pero nunca se sabe, yo vi un lobo una vez por aquí. 

- ¿En serio? -Pregunta Kenia.

-Si, era realmente gigante, demasiado y ni siquiera se fijo en mi cuando paso por enfrente, tenía una expresión, yo pienso que era una expresión de preocupación. No sabría decirte, porque era un lobo, no es que ellos pongan expresiones.

-Ah...Me tengo que ir, lo siento mucho por las molestias, adiós -

No responde las palabras de la mujer y de reojo veo como la mujer se levanta y cuando ya no la veo recupero el control.

Corro a velocidad vampírica para poder perderme de su radar de vista antes de que me vea.

-Parece que aún te queda alma -

-Solo consígueme comida -Habla neutra y corta la conexión.

No sé que le paso, pero no quiero seguir molestándola. 

Es cuando me doy cuenta de que estoy bebiendo la sangre de Derek que siento como lo poco de mi alma se apaga. 

Sus ojos llenos de dolor, inertes frente a mi me dejan completamente en shock. No es posible.

-Derek no, oh Dios mío -Grito con él entre mis brazos.

Lo sacudo pero no despierta.

Me levanto y miro a mi al rededor.

El cuerpo de Mangel, junto con el de Black, Alex y la tía Marta yacen a mi al rededor, inertes y ensangrentados.

-Que has hecho Khala, que...-Susurro mientras mis piernas flaquean y caigo al piso.

-No te rindas, cariño. Yo sé que puedes controlarte y que podrás soportar cualquier cosa que venga -Habla una voz en frente de mi.

No quiero abrir los ojos y tampoco quiero levantar la cabeza, pero los brazos de alguien me levantan y abro los ojos.

-Haste fuerte Khala -Rubén me abraza y yo solo me quedo ahí, quieta y sin hacer nada.

- ¡Khala ya despierta! -Grita otra voz y todo se pone en negro.

La imagen de Rubén y los cuerpos de Derek, mi familia y mis amigos desaparecen y en cambio aparece la imagen de la tía Martha, con un semblante muy preocupado y sus brazos agitandome.

-Madre mía, me tenías muy preocupada. Murmurabas cosas que no entendía y me tenías asustada - Dice mientras se sienta en la cama.

Lo único que hago es lanzarme a sus brazos y abrazarla lo más fuerte que puedo.

-Cariño, adoro tus muestras de afecto, pero eres una vampira casi completa, y me estás destrozando las costillas. 

-Ah, lo siento -Murmuro.

No hace comentarios ni nada por el estilo. Solo se levanta y asiente antes de irse de la oscura habitación.

No perderé el control, menos contra mi familia. 

Primero muerta que hacerles daño.

Eso si, de algo estoy segura. No estoy a salvo y no están a salvo los que quiero si no controlo la sed.

Y no me rendiré.

Mates Opuestos [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora