Capítulo 5

15 1 0
                                    

El siguiente recuerdo que tengo en mi memoria es bastante borroso y el más doloroso -literalmente-. Sentí como si todas las partes de mi cuerpo estuvieran siendo arrancadas cachito a cachito, primero en el más ardiente fuego, después en el más helado frío. Luego nada.
- Riss.
Abrí los párpados lentamente dejando que mis ojos se acostumbraran a la tenue luz de la habitación. No había ni una sola lámpara encendida, la luz provenía de un montón de pantallas y no cualquier tipo de pantallas, jamás había visto algo tan moderno. Claro que en ese momento no procesé todos esos detalles. Todo mi cuerpo Gritaba de dolor, si me hubieran dicho que me había pasado un camión por encima lo habría creído. Mis ojos enfocaron al hombre que había dicho mi nombre. Darky. No llevaba la máscara pero estaba segura al cien por cien de que era él.
- ¿Cómo te encuentras?
- Mal -mi garganta estaba tan seca que me costó horrores articular el monosílabo. Él sonrío.
-Yo creo que estás bastante bien -alcé una ceja-. Teniendo en cuenta que deberías estar muerta.
Y entonces me di cuenta de que todas esas pantallas estaban monitoreando mis constantes vitales. Tenía cables por todas parte, ¿y lo peor? Mis manos. La izquierda despedía niebla negra y la derecha descargas eléctricas.
- Te dimos. Los dos a la vez. Deberías estar más que muerta pero de algún modo tu cuerpo ha absorbido nuestros poderes.
- ¿Me estás diciendo que... que ahora soy como vosotros?
- No, no aún. Tienes que elegir, tu cuerpo no podrá soportar esta clase de energía por mucho tiempo, no ambas, no cuando son tan opuestas. Así que tienes que elegir. Normalmente te diría, en una situación tan anormal como esta, que eligieras con el corazón, sin embargo lo único que puedes elegir ahora es vivir o morir.
- ¿Qué? -no entendía nada. ¿Vivir o morir? ¿Acaso no tenía que elegir entre un poder y el otro?
- Ryakar. El Mito. Es real y es un juego, una gran partida de rol. El Master ha decidido que seas oscura y te unas a mí. Si no eliges morirás y si eliges luz... me ha ordenado matarte -abrí la boca para contestar. Tenía un millón de palabras en la cabeza y quería decirlas todas e ese mismo momento-. Sé que tienes muchas preguntas pero  no es hora de contestarlas. Te estás muriendo. Así que, ¿vida o muerte?

El mitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora