Capítulo 2

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- ¡No puedo creerlo! Es el chico más guapo que he visto en mi vida y tú... Riss, tienes 18 años, vas a la universidad, salir de fiesta debería ser lo más normal del mundo. ¿Por qué no..
- No importa cuantas veces me lo expliques, Ana. Jamás voy a entenderlo, jamás me va a gustar que un desconocido me toque el culo por muy modelo de Calvin Klein que sea.
Empecé a crujirme los dedos, nerviosa. Habíamos tenido esa misma conversación cientos de veces: los chicos no muerden, no te van a violar en un sitio público al lado de tus amigos, cómo vas a conocer gente nueva si no dejas que se presenten, se te acerquen, etc.
- En clase no tienes ningún problema, hablas con ellos como con cualquier otra persona. No lo entiendo, de verdad que no te entiendo. Es casi como -Ana se quedo unos segundos callada, pensando-, como si te dieran miedo.
Una carcajada escapó de mi boca. ¿Miedo? Sí, miedo. ¿Por qué no?
- ¿Sabes? Puede que tengas razón, quizás tenga un trauma que no recuerdo que me hace temer a los hombres - y conforme aquellas palabras iban saliendo de mi boca más ciertas me parecían. ¿Qué otra explicación había?
- Riss -miré a mi compañera mostrando mi mejor máscara de indiferencia, pero por dentro estaba hundida, en un sitio tan hondo que no llegaba la luz.
- Creo que es mejor que me vaya. Gracias por todo -Ana me miró con ojos desorbitados.
- Iré contigo -se ofreció. Negué inmediatamente, ella se lo estaba pasando en grande-. Entonces te pediré un taxi.
-No hace falta, de verdad -la abracé-. Ya nos veremos en clase.
Jamás olvidaré la mirada que me echó antes de que saliera del local. Estaba tan llena de pena que me dieron ganas de vomitar. Pero al fin y al cabo Ana sólo se preocupaba por mi. Quería que fuera feliz.

El aire fuera era frío, cosa que agradecía después de haber estado horas en aquel antro apestoso. Alguna gente de mi clase estaba en la puerta charlando. Me despedí con la mano y seguí caminando. Mi casa no estaba lejos, no iba a gastarme dinero en un taxi. Además, quería estar sola porque la soledad era lo único que me deparaba el futuro. Debía empezar a acostumbrarme a ella, ¿no?
No sé si la idea de caminar sola a altas horas de la noche fue la más estúpida o la mejor que he tenido jamás. Mi opinión sobre ello varía dependiendo del día. Lo que sí sé es que me dio lo que quería: diversión. Bueno, será mejor decir que me sacó de mi eterno aburrimiento.

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Sé que los capítulos son muy cortos, pero al ser el #JustWriteIt tengo que escribir muchas palabras en 30 días y pienso subir un capitulillo todos los días (por una vez en mi vida XD). Aún no ha pasado mucho, pero espero que os esté gustando.
xoxox

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