Pensamientos Psicopatas

Lagrimas de Cocodrilo

Llegamos a la mansión de los Wainmann, había mucha gente en la sala, pero en medio de esta estaba el féretro el cual contenía el cuerpo inerte de Ian, la ventanilla del féretro no estaba abierta, por lo tanto no se podía ver su rostro

- ¿Deseas volver a ver ese rostro cierto?

- No hice caso a la voz en mi cabeza y me dirijí hacia el féretro-Ian-dije casi inaudible

-Claro ahora te arrepientes, no hiciste siquiera caso a sus suplicas, incluso lo torturaste-

No quería admitirlo pero era cierto, yo lo maté...Y no me arrepiento de ello; trato de contener la risa.No,  no podía reír y dejarme al descubierto, así que empecé a contener la risa

-Así es, lo haces bien Sam, sigue hecha a las dolidas-sonaba con sarcasmo la voz de mi cabeza; el contenerme hacia parecer que lloraba, entonces vino mi hermano y me llevo con el al patio

- Calmante Sam, se que es duro, no tienes que seguir aquí, mejor ve a casa a descansar-Asentí cubriendo mi boca

- Al fin saldré de este lugar lleno de hipócritas-

Mi hermano creyó que me encontraba muy débil como para caminar, así que me pidió un taxi y este me llevo a mi casa; el viaje de la mansión de los Wainmann a mi casa fue rápido y sin ninguna charla, baje del taxi, le di las gracias, entre a mi casa y me quede parada en el recibidor contemplando la alfombra.

Entonces lo senti, felicidad, mi rostro que expresaba un sentimiento de "pena y agonía" cambió, mis labios empezaron a formar una sonrisa de la cual salieron unas carcajadas siniestras que se hacían fuertes

-Seguro no querían que nadie viera el pequeño regalo que le deje a Ian en el rostro-dije entre carcajadas

-Perfecto Sam, ahora nadie sospechará de nosotras.

Hace varias horas que mi familia seguía en el funeral de Ian; menos mal que salí de allí, odio los funerales, odio toda esa gente diciendo que el era un buen muchacho, un ejemplo de persona, bla, bla y mas bla, bah buen muchacho no era y mucho menos un ejemplo de persona

-Manga de hipócritas; Ian; prometí amarte hasta la muerte...-Subí mi copa en señal de brundis-...pero ¿quien dijo que seria la mia?