Saint Seiya [One Shot's]

Mu de Aries

Las gotas de sudor se deslizaban por el delicado rostro de la chica, llevaban ya unas horas entrenando y el clima árido solo hacía que su cuerpo se deshidratara más.

— Ma-maestro... por favor — jadeaba (t/n) a causa del agotamiento. — ¿puedo tomar agua?

— Tomaremos un descanso, ya te has esforzado mucho — le respondió Mu esbozando una hermosa sonrisa.

Dicho esto ambos tomaron asiento en una de las gradas del coliseo, (t/n) busco rápidamente su botella con agua y bebió el contenido de esta como si no hubiera un mañana.

Todo los días se iba a entrenar con Mu su maestro, el deber de (t/n) era convertirse en una amazona para así poder proteger a la diosa Athena, y Mu fue elegido para instruir a la chica.

— A estado haciendo mucho calor últimamente, ¿no lo cree señor Mu? 

— Sí, estamos en verano...sabes me recuerda a la historia de Perséfone, la hija del dios Zeus y  Demeter la diosa de la agricultura. Un día Perséfone se encontraba recogiendo flores con algunas ninfas, de repente el suelo se abrió y Hades salió de la ruptura llevándose consigo a Perséfone; esta se convirtió en la reina del inframundo, una temerosa doncella que no podía ser nombrada. Demeter en su agonía por la perdida de Perséfone dejo la agricultura — Mu paro un momento para dar un sorbo de agua, mientras que (t/n) solo miraba con atención al chico de cabellos lilas, y más que prestar atención estaba embobada en el rostro de su maestro. — En vista de que los habitantes del planeta iban a morir a Causa de una tierra infértil, Zeus habló con su hermano Hades para que devolviese a Perséfone, a lo que éste accedió con una condición, que Perséfone no consumiera nada hasta haber salido del inframundo. El día de liberación: El día de la salida de Perséfone llegó, Deméter bajó al inframundo a llevarse a su hija, pero Hades no iba a liberar a su amada así tan fácil, así que la tentó dejando a su salida semillas de granadilla, Perséfone cayó en el juego de la tentación y las consumió, en total se dice que fueron 6, de manera que Hades le cobró a Perséfone la falta al trato, un mes de visita por cada semilla. Es así como Perséfone debe pasar seis meses con su madre y seis con Hades, aquí es donde el juego de las estaciones entra, los seis meses que visita a Hades representan el invierno y el otoño, el panorama es triste y melancólico,las hojas de los árboles caen, mientras que los otros seis meses representan al verano y primavera, ya que Perséfone es feliz con su madre, tal alegría es inmensa que permite la cosecha en abundancia— finalizo Mu mirando hacia el anaranjado atardecer.

— En conclusión, Perséfone esta feliz con su madre en estos instantes y por eso el clima — le dijo la chica mirando a Mu con una gran sonrisa.

— Así es.

— ¿ Señor Mu, y a usted que lo hace feliz? — interrogo (t/n), mirándolo con mucho interés. Mu, solo la miro y dio un suspiro seguido de cerrar sus ojos.

La chica solo observaba a su maestro perdiéndose en el rostro del muchacho, y es que ya llevaba tiempo ocultando aquello que la atormentaba y era incapaz de expresar, probablemente todo el santuario lo sabía y hasta la mismísima Athena, solo él era el único que no se daba cuenta de ello.

— Veras, son muchas cosas pero nada en concreto, pienso que hay que disfrutar cada momento que la vida nos da. Si es hermoso, apreciarlo y si son situaciones difíciles, actuar con madurez y serenidad, pensando siempre que es lo más conveniente. La respuesta a tu pregunta es que lo que me hace feliz,  vivir cada momento plenamente, ¿y a ti? — le devolvió la interrogante, miraba a la muchacha con amabilidad y curiosidad. Y esa era una de las cosas que lo caracterizaban, siempre se mostraba atento con los demás.

— Pues... yo, e-es... — (t/n) titubeaba mientras miraba al suelo, su nerviosismo era palpable provocando que Mu la mirara con curiosidad, y es que la chica estaba debatiéndose entre si expresar lo que sentía o seguir manteniendo el secreto.