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Capitulo 3: Miercoles de pasear al perro, digo a mi hermana.

—¡TY NO ENCUENTRO MIS PASADORES!—Kira venia dando pasos fuertes desde su habitación hacia el pasillo, para llenar el hermoso silencio con sus gritos desde las escaleras.—ESPERO QUE NO LOS HAYAS TOMADO...—Paro en seco al verme aun en pijama tomando serena mente el cereal.—¿Acaso no has visto la hora?¿Que piensas de la vida muchacha? ¡Se nos hace tarde!

—En mis tiempos se saludaba, tus pasadores mama los puso en la cajuela del baño. Ya vi la hora y te recuerdo que tu te demoras el doble que yo en estar lista,—Respondí muy tranquila y mire el reloj de la pared.— Por lo visto, aun falta para eso.

Miercoles de sacar a pasear al perro, bueno a mi hermana. Y al perro también.

Subí a mi habitación y tome una ducha, me vestí con shorts y una camiseta holgada de rayas azul y blanco, sandalias y recogí mi cabello en una coleta alta.

Tome mi libro "Silber, el primer libro de los sueños" para releerlo por tercera vez. Empaque una libreta, pintalabios, dinero (a Kira siempre se le antoja algo), mi celular, y audífonos. Solo por si acaso.

Me asome al pasillo, al parecer aun no estaba lista, asi que me dirigui a su habitacion.

— ¿Necesitas ayuda? —Dije recostada en el marco de su puerta color lila.

— Mmm—Me miro fastidiada, pero al final accedió.

Trenzé su cabello como le gustaba y le acomode los torcidos Jeans.

Ella salio al patio trasero por Matt, nuestro perro. Y nos encaminamos al parque.

***

Ya lleva una hora jugando y presumiendo nuestro inteligente perro. Yo de vez en cuando levanto la mirada de mi libro para ver que hace o quien esta alrededor.

Noto a alguien cerca de mi banca, pero le resto importancia. Se sienta a mi lado. Lo ignoro aunque su delicioso perfume invade mi respiración y su mirada me acosa. Es obvio que es él, pero dejemoslo en su juego; al fin y al cabo no se interrumpe a un lector.
—Que difícil eres.— Ahora su suave voz endulzaba mis oídos.

—Jodete River. —respondí sonriente sin levantar mi vista, no valía la pena hacerme la seria, me conocía muy bien.

—Me sorprende lo tierna que puedes llegar a ser.

— ¿Andas de seductor o que mierda quieres?

— ¿Por que dices eso?— Oh no, respuestas con preguntas. Ahora si te jodiste.

— ¿Que te trae por aquí?—Y le lance una sonrisa de lo mas hipócrita,  a ver si de una buena vez se va.

— Iba saliendo de casa y me dije a mi mismo 'Oh mira una Ty y su hermanita, sigamoslas'

— Estas de mente, ¿sabias?

— Vivo en frente tuyo, eso no me hace un demente.—Sonrió con suficiencia.

—Tienes razón. Es oficial, eres un acosador. Un puto acosador.— Un acosador muy sexy.

— Me encanta la nueva definición que tienes de mi.—Lo mire mal, muy mal.—Ya, esta bueno. Solo queria charlar un poco mas contigo. Como antes.

— Ajá.

— Es en serio. Me reencontré con mi mejor amiga de infancia y lo único que he hecho es verla bailar, quedarse dormida en la orilla de la piscina muy borracha, ver toda la saga de Harry Potter en una tarde, hablar de Taylor Swift, casi besarla y... nada mas.— Se lo pensó un momento.— En realidad eso es bastante, pero no suficiente.

— Estaba en un sillón, no en el suelo, y olvida ese casi-beso. Se que no te parece suficiente, pero la verdad no le encuentro sentido a que quieras mas de mi o pasar mas tiempo conmigo.