❥Capítulo 25

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POV'S _________.

Después de contarle a Angie todo lo que me pasó, me dijo que pensara las cosas respecto a Hayes con la cabeza fría.

Debía saber qué era lo que estaba dispuesta a dar por él, ya había perdido suficiente en mi vida como para seguir haciéndolo, pero una parte de mi sabía que valdría la pena, que Hayes valía la pena.

Y con Ian, había decidido seguir hablándole, no servía de nada enojarme con él, pero eso sería todo.

Quisiera que todo volviera a ser como antes, cuando sólo me importaban mis calificaciones, pasar tiempo con Angie, encontrar nuevos libros que leer y nueva música que escuchar.

Pero aunque quiera sé que eso no volverá más, que ahora Hayes a llegado a mi vida para cambiarlo todo, desde los detalles más pequeños hasta los más grandes.

Ahora tenía que dormir, pero no podía despejar mi mente, es como si mil voces se empeñaran en mantenerme despierta.

Decidí ponerme mis audífonos y escuchar algo de música clásica para relajarme.

Sonaba "Claro de luna" de Ludwig van Beethoven en piano, bajé el sonido lo más que pude, haciendo que la música fuera casi un siseo.

Era algo que realmente me relaja, estaba a punto de quedarme profundamente dormida cuando escuché los libros de mi escritorio caer.

Me levanté de inmediato aún con los audífonos puestos, con la luz de luna que entraba por la ventana pude ver los hermosos ojos de Hayes resplandecer en la obscuridad.

—Perdón por haber entrado de esa manera —Sus palabras me trajeron a la realidad.

Después de mirar sus ojos por un par de minutos que para mí fueron una eternidad, me quité los audífonos.

—Descuida, pero... ¿Qué haces aquí? Son las... 12:47 a.m. —Murmuré.

—Necesitaba verte —Confesó.

Crucé las piernas y di pequeños golpecitos a la cama para que él se sentará. Se acercó vacilante y al final se sentó.

No dijo nada, y yo no quería ser quién rompiera el silencio. Solamente lo miraba, miraba como jugaba nervioso con el borde de mi sabana, la mitad de su pierna izquierda estaba cruzada por debajo de la derecha, sus ojos viajaban de la sabana y recorrían mi habitación, pero nunca se posaron en mi.

—Hayes... —Susurré su nombre.

Él me miró, con sus preciosos ojos azules a punto de llorar, cristalinos, haciéndolos lucir de una manera macabramente perfecta. No dije nada más, me acerqué a él y lo abracé, Hayes me devolvió el abrazó.

Algo andaba realmente mal como para que Hayes apareciera en medio de la noche en mi habitación a punto de llorar.

—_______... —Murmuró soltando un sollozo.

—No digas nada Hayes —Podía sentir sus lágrimas rozar mi piel— Primero desahógate y después me explicas, ¿vale?.

Asintió con la cabeza para después colocarla en el hueco de mi cuello y apretarme contra él.

Se sentía jodidamente bien estar así con él, pero sabía que no se encontraba bien, que yo era la única que estaba disfrutando, de cierta manera, esta cercanía.

—Mi madre quiere que nos mudemos a Nueva York —Soltó de repente.

Sentí que todo alrededor se detuvo, separé a Hayes un poco de mí para poder ver su rostro, estaba demasiado triste, su mirada perdida junto a sus ojos rojos.

—¿Por qué? —Fue lo único coherente que logré pronunciar.

—Es por el trabajo de papá, tiene que irse y mi mamá quiere que nos mudemos todos —Respondió suspirando al final— obviamente ninguno nos queremos ir, todos tenemos algo que nos ata a California: Nash tiene a sus amigos... a Cam; Will a su novia; Skylynn se rehúsa a dejar nuestra casa y a sus amigas; Y yo te tengo a ti.

Lo que acaba de decir me dejo sin palabras, "Y yo te tengo a ti" era lo único que podía pensar, tenía que hacer algo, decir algo...

—Hayes... Yo... No sé qué decir... —Confesé.

—Descuida, no tienes que decir algo —Sonrió de lado— Sólo quiero estar contigo.

—Te puedes quedar, digo si quieres —Ofrecí.

—Es lo único que quiero —Sonrió de lado.

Fui a la puerta para ver que tuviera puesto el seguro. Regresé a la cama e hice a un lado mi iPhone, quité la música que no me había dado cuenta que se seguía reproduciendo, acomodé las almohadas y me acosté, después Hayes se acomodó junto a mí, pasó su brazo por debajo de mi cuello, recargué todo mi cuerpo contra el suyo, la noche era fría pero teniéndolo tan cerca era lo último que sentía.

Después de unos minutos me encontraba acariciando su pecho, haciendo círculos invisibles con mi dedo sobre su piel. Hasta ese momento no me había dado cuenta de que Hayes sólo traía puesto un pantalón de chandal, se había quitado su playera.

Tratar de dormir ahora no me parecía una tarea difícil, sólo me bastaba con cerrar los ojos y sentir los latidos del corazón de Hayes para caer en brazos de Morfeo.

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¡Hola baes! Perdón por no actualizar pero la novela está a punto de terminar :( así que estamos haciendo los últimos detalles 😌
No se olviden de pasar por las otras fanfics que se encuentran en nuestro perfil, las queremos ❤️

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