Kiku Honda, su nombre resonó en mi mente, me parece recordarlo de algún lado, siento que esos rasgos tan finos ya los había visto alguna vez ¿Una imagen quizás?.
El somnoliento griego se encontraba serio ante las personas que lo rodeaban, no mostraba mucho interés en lo que le preguntaban, llegando a ignorarlos casi por completo, el hecho de recordar al joven asiático de algún lugar lo tenía sumido en sus pensamientos, a tal grado que podría llegar a quedarse dormido de lo concentrado que se encontraba, lo cual no tardó en suceder sorprendiendo a las personas a su alrededor pues había sido muy repentino para ellos.
Por otro lado un muchacho rubio de orbes de un azul cielo muy vivo, alardeaba al lado de un malhumorado inglés, quien no le prestaba atención por observar al joven azabache que leía a una distancia considerable a ellos, de cierta forma se sentía egoísta al recordar los pensamientos que su mente embargaba cada vez que veía al joven azabache lejos de todos.
"Aún así no niego que quiero que solo seas mío" se dijo mentalmente con una sonrisa leve.
Redirijio su mirada al americano, ya se había quedado callado, lo estaba observando.
-¿Sucede algo Alfred?- preguntó con cierto tono de molestia pues, aún que fuese amigo del muchacho, no negaría que aveces le estresaba la actitud de este.
Alfred negó con la cabeza y se levantó de la banca en la que había hecho compañía al inglés.
-Me tengo que ir- dijo en un tono de deje, algo extraño a los ojos del ingles- ¡Bye Bye Artie!- de nuevo la energía pareció volver al muchacho, ahí la extrañeza del inglés cuando lo veía serio, ese chico era un huracán ¿Por que? Por que, aunque sonara tonto, arrasaba con todos por donde pasará.
Arthur suspiro mientras su mirada se movía a la dirección donde estaba su azabache, este aún se encontraba sumergido en su lectura, se levantó dispuesto a ir con èl.
-¿Que tal Kiku?- saludo al estar frente al asiático y este lo miró sobre el libro.
-Hola Arthur-san- devolvió el saludo el de ojos chocolate cerrando su libro al ver su lectura interrumpida.
El jovèn inglés se sentó a un lado del japonés recordando de pronto una mirada esmeralda sobre èl.
-¿Que te parecio el chico nuevo que llego?- preguntó inconscientemente.
-¿Heracles Karpusi?- el azabache se quedó pensativo mientras observaba los arboles- Le desconozco- respondió después con serenidad al tiempo que le transfería la misma a su amigo inglés, pues el griego no había despertado interés en su Kiku.
Kiku miró a su alrededor fijando su mirada chocolate en el cielo azul, sumido en sus pensamientos como solía hacerlo, siendo observado por las orbes verdes de su compañero sin darse cuenta de ello.
"Te alejare de todos" susurro Arthur en la inconsciencia que entraba al observar al azabache.
