Capítulo 2: Motivación...

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- Hum.... Auch...

[Abrí lentamente los ojos despertando el dolor conmigo y al parpadear varias veces pude ver con más claridad mí alrededor y note que estaba debajo de un árbol bastante grande. Trate de levantarme para ver la condición de mi pierna y note que estaba vendada al igual que el resto de mis heridas, mis manos con curas y parches y mis brazos con las mangas rotas pero con cómodos vendajes... ah... me sentía fresco y limpio...

Ya más tranquilo me incorpore mejor a la situación pero al intentar pararme...]

- ¡Auch! Ah...

[Mi pierna aún estaba resentida y no pude ponerme de pie cayendo nuevamente al suelo despertando todos los dolores juntos de nuevo, que torpe...]

- Creo que por ahora me quedaré tranquilo...

Dijo aquel chico con una leve sonrisa y una gota en la cabeza, se recostó en la base del árbol a esperar y noto que estaba anocheciendo y un poco de ansiedad creció en su mente pero rápidamente desapareció por el rugido de su estomago el cual pedía comida. De inmediato recordó que no alcanzo a comer su almuerzo por culpa de aquel bicho del demonio que paso a molestar y que con ese adolorido cuerpo le costaría buscar comida en la noche y hacer el fuego y... "¿Y la chica?" Se pregunto así mismo recordando que también ella contribuyo a su situación actual, le debía un gracias... pensó.

Finalmente decidió calmarse y dejar las preocupaciones de lado y descansar otro poco, se entrego a aquella tranquilidad que solo el bosque sabe dar, con el cantar de sus pájaros, el ruido de las hojas chocar por la briza y algunos extraños ruidos desconocidos muy propios de las noches en los bosques, a veces terrorífico, otras misteriosas pero agradables y esa frescura innata de los pastos a los alrededores.

Por otro lado se encontraba ella caminando de regreso a donde había dejado al chico, con su mochila llena de ricas frutas y varias ramas en las manos para hacer una fogata, se iluminaba el camino con su esfera de cristal flotante a su lado y con varios pensamientos en la mente...

- Aún si fue mi culpa su herida no debo confiarme mucho de él, no lo conozco y quizás él fue quien provoco al monstruo... mmm... creo que lo mejor sería dejarle el alimento, un poco de fuego e irme por mi lado, no lo conozco... no puedo arriesgarme, no ahora...

Hasta que finalmente vio el sauce y oculto su esfera de cristal, no podía dejar que él supiera de su poder, podría intentar quitársela y no era un riesgo que quisiera correr por lo que dejo su daga a mano por si era necesario y de a poco se fue adentrando al sauce. Debido a la oscuridad de la noche se acerco a paso lento y lejos de la base se dispuso a encender la pequeña fogata con algunos palos y unos encendedores que tenía a mano.

Al iluminar el lugar el chico abrió los ojos y la comenzó a observar lo que hacía al principio un poco intrigado de porque se mantenía tan alejada pero tenía sentido ya que él tampoco la conocía a ella, sin embargo se inquieto cuando la vio que se puso de pie y se dio la vuelta para comenzar a marcharse.

- ¡Espera!

(Lo escuche decir y me voltee a verlo levemente)

- Gracias...

(Luego de oírlo bien lo observe mejor, me miraba fijamente mientras estaba sentado apoyado sobre la base del árbol. En verdad no esperaba recibir un gracias asique no respondí, pero supongo que al menos podría acercarle la comida ya que sabía que le costaría pararse. Medite un poco más y lentamente me acerque a él.)

[Cuando la vi acercarse me puse un poco nervioso, no esperaba que se volviera a acercar pero también ahora podría aprovechar para hacerle algunas preguntas...]

El Aro de los caminosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora