Capítulo 4: ¿Es Amor...?

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:;:;:;:;:;No reproducir el video hasta llegar a la parte indicada~:;:;:;:;:;:;:

(Deje pasar aproximadamente 1 hora y lo miré en silencio pero seguía sentado allí sin moverse y me miro al notar que lo observe pero... hizo algo que no me esperaba!.)

[Le sonreí cuando note que despertó y me acerque.]

- ¿Cómo te sientes?

(No le respondí... en verdad esperaba que me dejará sola así podría ir por mi cristal más tranquilamente, pero por su manera en estar pendiente de mí... me decía que no podría librarme pronto... quizás podría pedirle algo para que salga e ir por mi cristal, que tonta ¿Cómo no lo pensé antes? Seguramente por estar aturdida y mareada.)

- Hum... mejor pero... ¿Me traerías agua fresca?

- Claro! – [Me puse de pie] -- ¿Te traigo con tu botella?

- ¿Cómo sabes que tengo una botella?

- Eh.... x.x ... -- [oh.. oh...]

- ¡Lo sabía! ¡FUISTE TÚ!

- ¿He? No no! Solo fue porque...

- TÚ ME PERDISTE MI CRISTAL!

Y saco fuerza de donde no sabía y se levanto para abalanzarse sobre él. Sorprendido trato de sujetarla de los brazos y cayo un poco hacia atrás sin soltarle las muñecas.

- ¡DEVUELVEMELA!

- Espe—espera! Tranquila! Yo no... no se qué de hablas @.@ Yo solo te curé con las medicinas de tu mochila, no vi ningún cristal

- Tsk...

Ella se trato de liberar del agarre de él y con un poco de dificultad se puso de pie, el trato de ponerse de pie a la par de ella y tiro un quejido por la brusquedad con que trato su pierna.

(Trate de no darle importancia y buscar rápido mi cristal y largarme! )

[La vi como se encaminaba lentamente y algo temblante hacia fuera del sauce y comencé a seguirla.]

- ¡No me sigas! – (le grite girándome un poco para verlo)

- Pero no estás bien...

- Tú tampoco, asique ocúpate de tus cosas!

[La sujete del brazo y la mire fijamente a los ojos.]

- Tú fuiste quien me ayudo primero, ¿por qué no me dejas ayudarte? –[Le dije sin dejar de verla y ablandando un poco el agarre.]

- No te ayude para que me devolvieras algo! No necesito tu ayuda... yo... yo puedo depender de mi misma... -- (Respondí mirando a otro lado.)

- Y eso no lo dudo pero... -- [¿pero? ¿Qué quiero realmente?]

(Lo miré pero no respondió y aproveche para sacar mi brazo de su agarre y di la media vuelta. No tenía tiempo para lidiar con un confundido chico entrometido.)

[Quiero compañía... pero al verla irse, comprendí que ella no... "quizás no deba insistir más" me dije a mi mismo rascándome la cabeza.]

Luego de un rato ella encontró su esfera de cristal y la abrazo fuerte antes de guardarla en su lugar. Fue entonces cuando se pudo relajar y se dio cuenta que quizás había sido algo malagradecida con aquel chico pero no se atrevía a regresar a disculparse, era un poco orgullosa y pensó que quizás ese chico ya se abría ido o quizás no acepte sus disculpas por lo que se puso de pie tratando de olvidar lo sucedido, ahora necesitaba encontrar un lugar para quedarse, otro día en la intemperie la agotaría demasiado.

El Aro de los caminosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora