Capítulo 14

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Capítulo 14

"Tal vez yo no sea el ángel aquí, sino tal vez lo sea él y me encargaré de que sólo él sea mi ángel."

Narra Zayn

Y ahí estábamos. Debajo de aquel árbol en completo silencio. No sabía que demonios decirle. Ella acababa de contarme una parte de su vida, quizás la más fuerte, y yo sólo podía abrazarla fuertemente y acariciar su cabello sin cesar.

Sentía tantas cosas extrañas dentro de mí que no sabía que pensar o hacer al respecto. Una parte de mí quería partirle la cara en mil pedazos al imbécil de su padre; quería salir corriendo y emboscarlo para luego hacerlo pagar de la peor forma posible. Quería hacerlo sufrir hasta matarlo por haber hecho sufrir a su propia hija sin piedad; quería ponerle una bomba entre medio de los ojos; quería degollarlo y jugar con sus bolas. Quería... quería hacerlo pagar por el daño que causó. Otra parte de mí no podía evitar sentirse culpable por traer de vuelta sus peores recuerdos y haberla destrozado más de la cuenta. Otra parte quería auto-golpearme por ser un imbécil, un pelotudo, un pedazo de idiota con patas. Mientras que la otra parte, y la más extraña de todas, quería seguir abrazándola y consolándola; quería protegerla y cuidarla de cualquier imbécil que pensara en hacerle daño, comenzando por mí, ya que mi única intensión era y es lastimarla.

Pero de pronto, todo aquel sentimiento de querer vengar la pobre abolladura de Betty desapareció. Y lo único que quería era verla sonreír o escucharla reír al menos. Quería ver reflejado en sus ojos el amor por la vida, la alegría y la tranquilidad. E incluso preferiría verla fulminándome con la mirada, llenándome de insultos antes que verla destrozada contra mi pecho. Cerré los ojos con fuerza y la abrecé fuertemente.

Mis oídos ya no querían escucharla llorar desconsoladamente sobre mi pecho. Mi cuerpo ya no quería sentirla temblar de miedo y mis manos ya no querían seguir limpiando aquel líquido salado que sale por sus ojos.

-Mató a mi mamá, Zayn *lloró* me quitó lo más preciado que tenía en la vida *susurró. Fruncí el ceño, apreté los puños y la mandíbula. No quería verla así*

-Tranquila... ya... *dije acariciando su cabello* ¿Sabes dónde está él?

-No *negó frenéticamente*

-Maldito hijo de puta *dije entre dientes* su nombre *susurré enojado. Ella se alejó de mi pecho y me miró sin comprender lo que acaba de decir* ¿Cuál es su nombre? *volvió a negar de la misma forma* ______, dime su maldito nombre ahora

-¿Para qué? *me dijo con la voz quebrada*

-Me lo dices o lo averiguo *amenacé*

-Diego... Diego Gonzáles *abrí mis amielados ojos como plato. Esto tenía que ser una maldita broma*

-¿Cómo? *pregunté, de seguro había escuchado mal*

-Diego Gonzáles *susurró otra vez. ¿Acaso será una coincidencia?. ¡No lo sé!* pero por favor no te acerques a él. Está rodeado de personas que lo protegen y puede lastimarte... y ...y yo no quiero que eso suceda

-Gonzáles *susurré aún sin poder creerlo. Los chicos tenía que saberlo cuanto antes*

-Por favor Zayn, tienes que escucharme *la miré*

-No me acercaré a él, bonita *"Si supieras lo cerca que estoy de él, te sorprenderías", pensé para mis adentros*

-Júramelo *susurró y entonces pude ver el temor en su mirada. Aquella mirada que siempre me demostraba seguridad, rencor y frialdad ahora demostraba todo lo contrario. Temor, tristeza y tormento*

Cosas del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora