En La Oscuridad De Tu Sombra.

Capítulo 4 "Cosas que van concordando"

—¿Qué haces tú aquí?

—Traerte el desayuno.—dice él tratando de halar la cadena de la puerta, pero la alejo y él gruñe.

—Pues no veo mi desayuno, ¿cómo demonios sabes dónde me estoy quedando?, ¿porque finges otra voz?—digo un tanto exasperada.

—Era una pequeña excusa lo del desayuno, si me dejas entrar te cuento como sé tu ubicación y fingí otra voz porque sabía que no me abrirías.—dijo volviendo a tratar de zafar la cadenilla, y lo detuve nuevamente.

—Lárgate alemán. No estoy para aguantarte.—dije cerrando la puerta pero interpuso su pie en el acto y de un rápido movimiento abrió el seguro e ingreso a la habitación cerrando la puerta y sonriéndome victorioso, yo sólo retrocedí hasta que mis piernas se toparon con la cama provocando que me sentara en ella. Warner se acerca a paso lento y mis nervios me traicionaron tanto que me quedé inmóvil ante su cercanía, éste no es el mismo Warner de pinta amigable, tímido y sociable, éste parece un Warner misterioso, con un toque peligroso.

Despierta pequeña estúpida, el idiota se acerca. ¡Ten ovarios y hazle frente!—me reprende mi subconsciente, aprieto mis manos ante la desesperación y me alegro de tener aún la navaja en mi mano, me levanto de la cama y posiciono la navaja frente al rostro de Warner quien levanta sus manos en son de paz, pero ríe por lo bajo produciéndome un escalofrío pase por toda mi espina y me tiemble la mano que empuña la navaja, trago en seco y tomo a Warner del cabello y pongo la punta de la navaja justo donde está su vena yugular, él deja de reír y pone un semblante muy serio que asusta, y me da curiosidad como será su expresión tras esos anteojos.

—No serías capaz de herirme, de eso estoy seguro.—dice bajando sus manos.

—¿Por qué tan seguro? ¿acaso me conoces?—farfullé, a lo que el silencio respondió.—no tienes idea de con quien te has cruzado König.

—Claro que sé, eres la pequeña hacker que ingresó a la base de datos de la cárcel estatal de Tampa, a la deep web, y como olvidar la base datos del banco Ruderford.—dijo él tomandome de la cintura provocando que hiciera un leve corte en su cuello que derramó un poco de su sangre en su camisa polo blanca, ¿cómo sabía que yo era una hacker?,¿cómo supo mis pasos?. Estaba impactada.

—¿De dónde sabes tanto?—dije dubitativa a la espera de su repuesta, y me sentí incómoda e intimidada ante su cercanía y su gran estatura.

—No eres la única que sabe usar una PC.—dijo para luego quitarme la navaja y sentarse en la cama, yo seguía en shock.—Tranquila, que no voy a delatarte, de hecho vengo por negocios.

Salí de mi trance y me senté en la cama junto a él, Warner se acomodó derecho y tomó mis hombros para quedar frente a frente.

—¿Y quien dijo que quería hacer negocios?—solté de repente tratando de zafarme de su agarre que me ponía los pelos de punta.

—Sé que buscas algo, yo también busco algo. Podemos trabajar juntos para hallar lo que necesitamos, dos cabezas piensan mejor que una.

—¿Cómo confiar en ti si apenas te conozco?, ¿quién me garantiza que no me delatarás?—respondo.

—¿No crees que con todo lo que se de ti, ya te hubiera echado hace tiempo al agua?, Ya soy tu cómplice por incubrir tus delitos cibernéticos, ¿no lo crees?

—¿Para que me necesitas? Eres hacker, al parecer uno bueno porque me hallaste sin problemas, no entiendo para que te serviría.—dije mientras tocaba la pequeña herida de su cuello producto de la navaja, él se estremeció ante mi tacto, pero luego se relajó y siguió hablando.