Capítulo 45.

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Narra Satine.

Me coge de la muñeca y se me queda mirando.

-No te he gritado así que no me levantes la voz - me dice con una voz rara

Intento soltarme pero no lo consigo, le miro a los ojos y cuando lo hago le sale una pequeña sonrisa y me la contagia.

-Esto no puede seguir así - pone una mano en mi cadera.

-Lo sé - me suelto

Pongo mis manos en su nuca y se apoya en su escritorio y me pega a él, nos besamos y me acaricia los muslos.

-¿Y si echo el pestillo? - pregunta besándome el cuello

No digo nada y meto mis manos por su camiseta, me hace un chupetón y baja hasta el escote,  llaman a la puerta y no le dejo que se mueva en señal de que no deje pasar a nadie.

-¡Estoy ocupado! - grita

Le tiro del pelo y necesito quitarle la camiseta y acariciarle y besarle de nuevo.

-Iré a echar el pestillo- sonríe

Me apoyo en el escritorio y cuando vuelve le beso el cuello, le muerdo flojito y se le eriza el bello de los brazos.

-Ayy - dice cerrando los ojos

Me río y le desabrocho los botones de la camiseta despacio y noto que está cachondísimo, pongo mi mano en su entrepierna y cuando lo hago intenta desabrocharse el pantalón pero no le dejo.

-No tontito - digo levantándome un poco la camiseta

Se me queda mirando y se le ha subido el color a la cara, me acaba ayudando él. Estoy en sujetador y comienzo a restregarme contra él y le escucho gemir.

-Joder , venga ya por favor - me pide bajándose los pantalones.

Me coge y me tumba en su mesa, me mira de arriba a abajo y rebuscando encuentra un condón, se lo pone y cuando entra dentro de mí me tapa la boca con la mano para que no nos escuchen, los dos gemimos al sentir el cuerpo del otro pero nos aguantamos un poco. Se mueve despacio y cada vez que entra dentro de mí me hace gemir.

-Ayy - cierro los ojos y no digo más.

Entierra su cara en mi cuello y gime una última vez, tiene la respiración agitada y le acaricio el pelo para que se relaje.

-Lo siento - dice ayudándome a levantarme.

-Lo mismo digo - le sonrío

Me mira el cuello y se ríe

-¿Qué te va a decir tu mamá por eso? - señala el chupetón y ríe

-Nada - me río - le puedo decir que me lo he montado en tu despacho pero mi padre te mataría -afirmo.

Me da un pico y me pasa mi camiseta, cuando él se pone la suya me fijo de que tiene el cuello mal y le ayudó a colocársela como las mangas.

-Hoy podemos comer juntos - dice mientras le ayudo - De paso te enseño donde me he cogido un piso.

Asiento con la cabeza y llaman a la puerta cuando me acabo de vestir, antes de abrir me fijo de que tiene un pequeño chupetón y me río.

Siempre fuiste tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora