Capítulo 4

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Niall

Cobardía es una palabra que me define bien.

Mi nombre es Niall Allen Horan, tengo diecisiete años y serias crisis de existencia.

En mi opinión, el mundo en sí es un campo de guerra. Siempre va a existir alguien peor y alguien mejor que tú. En mi caso, no existe nadie peor que yo. Por lo tanto, estoy en la base de la cadena alimentaria, sirviendo de apoyo para que otros pisen en mi y consigan alcanzar lo que quieren en la parte superior. Yo llamo a eso la caridad, tú lo llamas cobardía.

No tengo amigos, y no quiero. Esta sociedad es hipócrita. Habla mal de ti a tus espaldas y luego llama a la puerta de tu casa para llorar sus penas. De hecho, tengo algunos colegas con los que paso los descansos, pero nunca tuve suficiente afinidad para abrirme a alguien. O tal vez no quería abrirme a nadie.

A veces me pierdo en mis pensamientos, buscando respuestas a preguntas sin lógica, y mi mente es una zona y termino mandando a alguien a ir a tomar por el culo.

Una hora estoy feliz, y en la otra estoy triste. Cuando me siento mal, procuro no dejar que las personas cercanas a mi lo perciban, aunque ellos no me noten. Odio tener que hablar sobre mis problemas, eso me acaba deprimiendo más. Así que, aún estando triste la mayor parte del tiempo, paso una imagen de felicidad, no soy de incomodar a las personas.

No creo en la frase "Te amo". Si se trata de escuchar un "te amo" de boca para afuera, hablaría con el traductor Google. Apenas diciendo.

En fin.

Mi familia se reduce a solo mi madre, mi padrastro, mi hermano mayor que se mudó a un lugar tan lejos como puto infierno cuando tuvo diecinueve años, y yo.

No conocí a mi primer padre, y nunca quise saber. Si el pasado se llama pasado es "porque pasa y tenemos que olvidar todo el asunto". Por eso se llama pasado y no "recuerdame y sé suicida".

Bien, tengo el cabello rubio (no natural, pero eso no interfiere en mi vida), ojos azules y una sonrisa renovada recientemente por aparatos.

¿Mi vida? Aburrida.

Normalmente me levanto, voy a trabajar porque estudio de tarde -- lo que también es molesto -- vuelvo a casa, tomo un baño, voy a mi pequeño círculo social llamado escuela donde aprendo cosas inútiles como yo, vuelvo a casa nuevamente, como alguna cosa, tomo un baño largo y me voy a dormir.

No me gusta conversar con mi familia. A pesar de que soy muy genial, mis padres piensan que tengo depresión de algún tipo, pero la cuestión es que simplemente no quiero contribuír a la felicidad de la sociedad.

Soy una persona muy graciosa, lógicamente, la negatividad en la que vivo es una desgracia. Pero desde que entré en la adolescencia solo tengo ganas de mandar a todos al diablo e ir a mi habitación a escuchar algunas bandas que nadie conoce.

El momento en el que está el mundo no es uno bueno. Hay una tal infección Skar por ahí y todos están aterrorizados. Gracias a eso, mi rutina de aburrimiento se rompió y ahora estoy escondido en el sótano con mis padres.

- Esto es una mierda. - Dije, dando un resoplido. - Me olvidé mis auriculares en mi habitación, ¿puedo ir a recogerlos, mamá?

- No, querido. Ya oíste lo que dijeron los bomberos "permanezcan en un escondrijo". Y vamos a estar aquí.

- Mamá, no hay ningún monstruo caminando por la casa y comiendo nuestros muebles. Realmente, no estoy aguantando más aquí contando los hilos de mi cabello.

- Que se vaya. - Bob, mi padre, dijo. - Pero ve rápido.

Dicho eso, abrí la puerta y me dirigí a mi habitación.

Bad Heroes - Larry (1era Temporada) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora