Otro día mas tratando de actuar normal con tu presencia. Desde que supe que tenia que ir a tu casa para comer, mi mente estuvo dando vueltas.
Al bajarme del transporte, sentí por alguna razón que no llegaría a verte, desvié la mirada del camino por un segundo y de repente todo oscureció...
-Querida susan, gracias al cielo estas bien, pero que susto nos has metido niña.
-¿donde estoy?
-estas en el hospital Suh, has sufrido un accidente...-
Antes de que terminara la frase, interrumpí a mi madre preguntándole: -¿disculpa tu eres las doctora entonces?-
-Suh este no es momento para bromas, es tu mamá, acaso, ¿no la reconoces?
-¡No! no logro recordar nada.
En ese instante mi madre comenzó a llorar, ese momento no lo lograre olvidar, fue doloroso para mi también, aunque no lograba acordarme de nada.
pasaron 2 semanas y media en el hospital, el doctor había dicho que la memoria regresaría poco a poco, y así fue, cuando regrese a casa, mi memoria estaba al 99% renovada.
La primera vez que te vi después del accidente, sentí como si tuviera que recordar algo importante, sin embargo solo obtuve un dolor de cabeza por el esfuerzo de acordarme.
-¡hola! ¿cómo estas Susan? soy Iván.
- bien gracias.- conteste con duda al no saber quien eras, y al parecer todos cometieron el error de no decirme nada sobre ti, y tu también lo cometiste. A partir de ese día te veía mas a menudo, siempre mantenías distancia pero a la vez estabas al pendiente de mi. pasaron los días y rápidamente te convertiste en mi enfermero personal, diario me visitabas y platicábamos horas de diversos temas.
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Memorias de Susan
Romancea su amor no le importa la edad, el sexo o la religión; pero ¿la sangre? ese lazo que los une como familia, ¿sera un obstáculo para su amor?