antes del accidente mi familia y yo teníamos un viaje de vacaciones, y ay todo estaba listo así que no se pudo suspender, al final decidí no ir y quedarme a descansar. tu te quedaste conmigo cuidándome, todos los días eran divertidos a tu lado, algunas veces yo cocinaba otras veces lo hacías tu, nos llevábamos muy bien,a tal grado quedarme cuenta me empece a enamorar de ti, sobre el quien eras aun o sabia nada, y algo me decía que era mejor no averiguarlo, aunque tu tampoco intentaste decírmelo.
una tarde lluviosa fuiste un poco mas tarde a mi casa, ya que veríamos una película, me atreví a preguntarte porque no me decías quien eras y tu solo me miraste algo preocupado como tratando de evitar el tema.
-esta bien, no me digas Iván pero con la condición de que algún día vayamos a la playa-. -ya te dije que no podemos ir ahí Susan, si quieres vamos al cine o a otro lado pero ahí no-. -No entiendo porque no quieres ir, que aguafiestas eres, tendré que ir sola-. -tampoco vas a ir sola, y ya deja de estar diciendo cosas sin sentido y ve a ver la película que esta empezando-.
Enojada me senté en la orilla del sofá, hacia frió pero soy una persona muy orgullosa y no me quise acercar para taparme con el cobertor que tenias sobrepuesto. tu lo notaste, pero no dijiste nada, después de un rato mis pies al igual que mis manos estaban helados. - eres una berrinchuda orgullosa ¿prefieres congelarte a volver a dirigirme la palabra?-. -y que quieres que haga eh?...-
-¡ven aquí!
En un instante me encontraba refugiada en tus brazos, tomaste mi mano , y antes de que terminara la película nos quedamos dormidos.
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Memorias de Susan
Romancea su amor no le importa la edad, el sexo o la religión; pero ¿la sangre? ese lazo que los une como familia, ¿sera un obstáculo para su amor?