Por Ser Gorda (EDITANDO)

Porque soy una estúpida.

¿Será posible?

¿No estoy soñando?

Que alguien por favor me pinche el brazo.

Han pasado ya unos días, unos muuuuuuuy buenos días y, también noches. ¿Porqué? Josué y yo hemos estado escribiendo todo el día y la noche, es increíble. Todo esto se siente increíble. Es como que ahora puedo creer en esas "maripositas" que me decían mis amigas o esas ganas de estar siempre con esa persona de la que gustas y no te aburres, todas esas cursilerías que a uno lo hacer ver sumamente ridículo o ridícula.

Dios.

Es que, sinceramente no puedo creerlo, o solo yo me estoy emocionando demasiado o algo. No lo sé. Pero me gusta esta sensación, me fascina. A la vez, tengo miedo, mucho. Quizá solo soy para él un juego o una chica para burlarse con sus amigos. Ni idea.

Él... tiene novia.

Sí, me lo ha contado el primer día que empezamos a escribir. Bueno, era de esperarse, un chico tan fascinante como él... ¿soltero? No.

De todas formas, ah, eh dejado de lado esa información. Y quizá no te esté bien, pero yo me siento bien y eso es lo único que importa.

Lo quiero ver, lo quiero abrazar, lo quiero besar, lo quiero mimar, lo quiero... conmigo, para mi.

Y, es una loca idea pero, de alguna forma u otra localizé a su novia en Facebook. No es tan hermosa como la imaginé, de hecho creo que yo sí soy hermosa y eso que soy gorda. En mi cabeza se quedá la idea de intentar conquistarlo, no pierdo nada, ¿o sí?.

Estoy dispuesta a tomar ese riesgo, con todas mis inseguridades encima.

~

Acabo de recordar que tengo tarea que hacer. Ugh. Las odio.

Voy caminando a mi sala de estudio y, busco mi libro de Antropología Social, maldita tarea de investigación.

Suspiro, me deslizo en la mesa que está ubicada en el centro de la habitación, y derrepente siento mi móvil vibrar. Lo agarro con ansias y, reviso. Voy directo a Whatsapp.

2 mensajes nuevos de Josué Gadea.

Rápidamente empiezo a leer.

"Jacqueline, sal frente a tu casa.
Voy a saludarte. "

¿¡QUÉ!?

¿Cómo se le ocurre decirme esto? Le doy una mirada fugaz a mi atuendo que consiste en una calza negra y una remera del mismo color con un gato en blanco en la parte delantera. Muevo mis manos a mi cabello y está atada en una coleta desordenada alta.
¿Qué importa no? Me tiene que querer como soy si es que lo va a hacer.

Siento las palpitaciones en mi oreja, la forma rápida en como bombea la sangre a mi corazón en descongelamiento.

Maldito.

Sonrío.

Es un encanto.

Salgo de la sala de estudios rápidamente y voy directo al frente de la casa. Allí me paro con los brazos cruzados mirando hacia mi derecha, se puede ver perfectamente la calle, y es el sentido de donde el tendría que aparecer. Muerdo mis uñas nerviosa. Desbloqueo la pantalla de mi móvil y le escribo.

"¿Estás por llegar? "

Me aparece en línea rápidamente. Oh bebé.

"Cerca. "

Uhhhhhh. Denme aire. Estoy muy nerviosa porque esta va a ser la primera vez que nos saludemos formalmente.

Miro una vez más hacia mi parte derecha, y veo la silueta de un chico alto, con un andar tan elegante, y el móvil en la mano. Mi celular vibra nuevamente.

"Sal ahora. "

Miro el portón de mi casa, él se encuentra a solo unos metros, solo debo salir de aquí y finalmente nos veremos. Mis piernas tiemblan. Las muevo de una y me salgo a la calle, en la vereda se encuentra un árbol de pomelo que está rodeado por un cantero de cemento. Me muevo bajo este, y lo espero. Por cierto, está oscuro aquí. Solo la tenue luz del alumbrado público que se cuela por la rama de los arboles está presente.

Está muy cerca, unos 30 pasos.

Más cerca.

Y, llegó.

Está frente a mi.

Muerdo mis labios nerviosa y miro hacia arriba.

Él me está sonriendo.

Hace un gesto con la mano izquierda como diciendo Hola y luego en un impulso baja la misma mano para agarrarme del codo, estirarme hacia él y apoyar sus carnosos labios en mi mejilla derecha.

Estoy en puntitas. No miento.

- Hola. - Me dice y luego besa mi mejilla izquierda. Creo que, posiblemente estoy en el cielo y él se ha dado cuenta por lo que tuvo que recurrir al estironeo. Nos alejamos, solo a unos pocos centímetros y por fin reacciono.

- ¿Qué tal? - Le digo mientras sonrío tímida. Le doy una pasada rápida y veo que está vestido deportivamente, como si fuera a jugar futbol. También, sus ojos brillan increíblemente, negros. Su pelo negro igual, lacio, desparramado por su frente, como si hace unos segundos él estuviese pasando sus dedos por allí.

- Estoy bien. ¿Tú? - Me guiña el ojo.

¿Acaso no sabe lo que ese gesto causó en mi? O esa fué la intención.

- ¡Genial! Realmente no me esperaba tu visita. - Le digo simpática, es toda la verdad.

Suelta una pequeña carcajada. Les juro que en ningún momento desde que llegó dejó de sonreír.

- Bien, vine medio de pasada, o sea... - Explica mientra mueve sus manos - Me voy a la cancha sintética, a jugar un poco de fútbol junto con unos amigos, y en el camino me acordé que sí o sí tengo que pasar por tu casa. - Me quiña el ojo otra vez - Entonces se me ocurrió venir a saludarte y preguntarte de paso si es que querrías venir conmigo. - Suelta eso con tanta facilidad que no me la creo.

- Oh. - Estoy estática. - Bien, ah. - ¿Qué hago? Mi mamá va a matarme si le pido permiso para salir a esta hora. Entonces miro el reloj en mi muñeca que indica que son las 8:23 pm. Definitivamente no lo hará, y menos con él, todavía no lo conoce. - José, lo siento mucho, pero ahora estoy haciendo tarea. - Susurro esto bajo y avergonzada. ¿Qué carajos? - ¿Puede ser para la próxima?

Se que no habrá otra "próxima" porque soy una estúpida.

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¿DOS MIL LEÍDOS?

MUCHAS, MILES DE GRACIAS.

Una vez más estuve pensando en cancelarla porque siento que no da esta historia, pero al leer sus comentarios y los leídos, Dios, me quedo. Por ustedes. ❤

DEDICADO ESTE CAPÍTULO A ESA CHICA QUE ME PUBLICÓ EN EL TABLERO, A ELLA Y TODAS USTEDES, ESTO ES POR Y PARA USTEDES.

Besitos en sus cachetes.
LAS AMO WITH ALL MY HEART.

Voten y comenten, son mi fuente de inspiración. LO SON.

Nos leemos proximamente.