Fall In Line •EDITANDO•

D i e c i n u e v e

''Ty-boy, quiero que hoy te pongas más hermoso de lo que ya eres, por que te invitaré a una cita.'' UNA CITA, por Dios santo, Tyler no sabía que hacer y mucho menos que ponerse, estaba tan nervioso y a penas eran las 2:30 PM. Últimamente habían tenido bastantes citas, pero siempre involucraban a más personas, esta vez eran solo los dos. Y estaban cumpliendo 6 meses, 6 hermosos meses juntos. 

Tyler no sabía como el tiempo había pasado tan rápido, demasiado rápido, no parecían seis meses, pero lo eran. 

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Nervioso se quedaba corto, a Tyler le temblaban sus manos, no sabía nada de Josh desde el medio día, nada. No sabía si la cita seguía en pie o si pasaría por él. Sus manos temblaban y su pulso estaba muy elevado, no sabía por qué, pero presentía que algo grande iba a pasar. 

Ya eran casi las 4 PM y Josh no aparecía, se estaba empezando a preocupar, le pudo haber pasado algo grave y él no sabía nada. 

Daba vueltas de un lado a otro de la habitación, la televisión estaba encendida, pero no entendía que decían, los nervios lo estaban acabando a cada minuto que pasaba. 

''Amor, ¿estás listo?'' Con esas simples tres palabras su vida regreso a él, todos sus temores se disiparon, su pulso estaba acelerado, pero por emoción y su nerviosismo desapareció, todo como arte de magia, para Tyler, la mejor medicina era Josh. 

El teñido sintió a Tyler correr hacía sus brazos, recibiéndolo con ellos abiertos, lo había extrañado tanto y se veía tan guapo, que no podía creer que fuera tan perfecto y mucho menos que fuera suyo. Juntaron sus labios en un dulce beso, ambos eran adictos a esos besos, los que sin decir palabras hablan. 

Al soltarse Josh dio vueltas al rededor de Tyler, apreciando lo hermoso que se veía, traía puesta una camisa blanca con estampados, unos jeans negros ajustados y sus zapatos negros, se veía demasiado hermoso.

''Ya nos iremos, no desesperes, nada más déjame llevar algo.'' Sacó un poco de cosas de la alacena y una mochila de la habitación, Tyler no se había percatado de ella, para nada. Josh se acercó a la puerta para salir, pero no dejó que Tyler saliera, dejándolo solo otra vez.

Cuando la cabeza rosa volvió a aparecer fue para tomar en brazos a Tyler y así llevarlo al auto, la cara de Tyler era un poema, estaba de distintos colores y lo sabía, por eso opto por esconderla en el cuello de Josh, dejando pequeños besos ahí, haciendo a Josh reír. 

Lo dejó con cuidado en el asiento del copiloto, con un suave beso en su cabeza. Solo para dar la vuelta y subir en donde le corresponde. 

''Amor, perdón por no seguir hablando, pero mi teléfono murió y no encontré donde conectarlo... Por cierto, antes que nada, el viaje será un poco aburrido y largo, en la parte de atrás podrás encontrar algunas chuches por si se te antoja algo, mientras tanto, no podré decirte a donde vamos.'' Tyler se sentía maravillado, tenía al mejor novio del mundo, de eso no cabía duda. ''¿Puedo tomar una siesta amor? Me siento muy agotado, no saber de ti me ah matado.'' La risa de Josh era melodiosa, más si era por él. ''Claro que sí mi cielo, y lo siento tanto, prometo siempre buscar medidas alternativas para llamarte.'' Esto último Tyler no atino a escucharlo, el sueño le había ganado completamente.

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Una hora había pasado, la noche comenzaba a caer, todo como estaba planeado, Josh podía escuchar la respiración de Tyler, lo que lo mantenía tranquilo, saber que esta bien siempre lo hacía sentirse completo.

Un ruido distrajo a Josh del camino para voltear a ver a Tyler, ¿Cuál fue el ruido? Un gemido, ¿Qué estaba soñando Tyler? Josh no lo sabía, pero de la boca de el pequeño salían melodiosos gemidos, muy pequeños y dulces, aunque para Tyler no estaba pasando nada, para Josh era todo lo contrarío, estaba teniendo graves problemas de los cuales no podía atender mientras fuera al volante ¿Lo peor? Faltaba una hora de viaje y Tyler estaba profundamente dormido. 

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Media hora después y muchos gemidos más, Josh no podía consigo mismo, su pantalón lo lastimaba y no podía hacer nada ''Ahh, daddy'' esa fue la gota que derramo al vaso, se ahogo con su propia saliva y casi pierde el volante por lo mismo, nada podía ir peor, o eso creía, por que quizás la suerte estuviera de su lado, al voltear a ver a Tyler, este se estaba desperezando y al parecer Josh no era el único que tenía complicaciones. 

''¿Dormiste bien cielo?'' Una sonrisa traviesa cruzo los labios de Tyler ''¿Cuanto tardaremos en llegar amor?'' Esa frase estaba disfrazada, pero no bien disfrazada ''Quizás unos 10 minutos, 15 máximo, ¿Por qué?'' Tyler sonrió por lo bajo, disfrutando del momento. Se acercó a Josh, para susurrar en su oído, ''Por que creo que estoy enfermo, papi.'' ¿Qué si Josh se ahogo? Claro que sí, ¿Qué si aceleró para llegar más rápido? Eso ya ni se pregunta, pero quizás quedaba un poquito de sentido común dentro de él.

''Pero bebé, ¿Y la cita?'' Tyler se juntó más hacía Josh ''Hoy es Viernes, puede esperar para mañana, papi.'' Quizás por un milagro divino llegaron antes de lo esperado, era una hermosa cabaña, situada en un claro del bosque, las luces estaban encendidas y un camino de flores los llamaba a la entrada.

''¿Esto lo hiciste tú?'' Los ojos de Tyler brillaron, no podía creer que Josh hubiera hecho todo eso, solo para él. Josh tenía una pequeña esperanza de poder seguir su plan, aunque fuera con una enorme erección en sus jeans, y al parecer se iba a cumplir, ya que Tyler estaba encantado.

''Claro que sí, hice esto por mi babbyboy, para complacerlo y hacerle conocer cuanto me importa.'' Cada vez se iba acercando más, hasta quedar atrás de Tyler, tomándolo de la cintura, para después levantarlo y adentrarse así a la cabaña.

Estando dentro dejó a Tyler en el sofá, donde cenarían esa noche.  Se alejo adentrándose en la cocina para traer los aperitivos, y aunque no lo crean, en realidad Joshua William Dun había cocinado, lo había hecho y para ser sinceros todo se veía delicioso y apetecible. Decidieron después de todo que era mucho mejor si la cena la tomaban afuera. 

''Jishwa, ¿cómo conseguiste este lugar? Es hermoso.'' Una fuerte carcajada fue lo primero que sonó en la tranquilidad del bosque. ''Era de mis abuelos, hace un mes que la aseguradora me habló para darme las escrituras y algunas indicaciones de la herencia, de la cuál yo no sabía nada.'' Tyler sintió un pesar en su pecho, recordar a los abuelos de Josh es como si recordara a los propios, ambos habían sido un gran apoyo hacía la pareja cuando apenas eran unos pequeños. ''¿Por qué no me habías dicho nada?''

Una sonrisa triste fue lo que recibió seguido de una explicación ''Yo no sabía que esta casa existía, mis padres sí, pero como mis abuelos murieron cuando estábamos pequeños, nunca tuvieron oportunidad de traernos y mucho menos con mi abuelo y su perdida de memoria, y también por que la usaría para esta sorpresa, para decirte que ahora ya tenemos a donde ir cada que estemos cansados de la ciudad.'' Tyler prefirió dejar los temas tristes a un lado y seguir con conversaciones triviales y uno que otro chiste. 

La noche estaba pasando rápido, y Tyler no podía estar más encantado con el regalo de Josh, se recostaron en un sofá-cama que se encontraba en el patio trasero de la cabaña, para que juntos pudieran ver las estrellas, sintiendo como poco a poco se unían más y más.