capitulo III

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Seguí por unos momentos mis huellas, aun no puedo creer que haya recorrido tanto, llevo casi 20 minutos caminando, observo mis rodillas ligeramente rasgadas por el golpe al caer, vi a esas criaturas, que durante tanto tiempo atormentaron mis pesadillas de niña, y que atormentan a toda la raza humana, no puedo evitar recordar a mi supuesto salvador, esos ojos tan morados como las vallas silvestres, un hermoso color para la cara de un asesino, que te pasa alysa deja de pensar en eso. Detengo mi caminado por unos minutos al aparecer preguntas en mi cabeza.
Quisiera poder borrarlas pero parte de mi subconsciente tiene razón. ¿y si me sigue?,¿y si esta escondido en alguna parte del bosque vigilandome, esperando que lo lleve hacia la comunidad para saciarse con su sangre?, a de saber que una chica de mi edad no puede sobrevivir a los peligros del bosque sola. Llevo mis manos la cabeza, y caigo en el piso, dios mio ayudame no se que hacer, si regreso a la cueva podrían estar llevando a un asesino conmigo haciendo que todos mueran, pero si no lo hago, ellos saldrán a buscarme y podrían morir a causa de hipotermia o peor aun, encontrarse con un vampiro como el que asesino al venado.
pero si el vampiro que me salvo del otro hubiera querido eso ya me fuera asesinado, me levanto y camino, sera mejor no decir nada a nadie ha cerca de mi encuentro, no hay a donde ir y lo que haría sería desatar pánico. Me doy cuenta que e llegado al riachuelo, pero rebeka no esta, de seguro a ido a la cueva en busca de ayuda. Camino directo por el sendero, en realidad trotando, no quiero que nadie salga de la cueva, al menos no por hoy. Veo las formaciones rocosas de donde esta la cueva y apresuro el paso, al llegar a la entrada de la cueva retiro un poco las lianas y entró, captando la mirada de las personas que están dentro listas para salir, de seguro en mi búsqueda, mi abuela sale corriendo hacia mi y me abraza.
-alysa gracias a dios estas bien, estábamos con el alma en vilo, creímos que te había pasado algo. Dice abrazándose a mi cuerpo.
-¿cual es la primera regla para cazar alysa?. Dice mi padre reprendiendome.
-nunca quedarse sola. Contestó con la cabeza gacha, al separarse de mi cuerpo mi abuela.
-y entonces, no entiendes que pudo pasarte algo alysa. Dice carlaile, y lo miro mal, aunque se que tiene razon, a lo mejor si no me separo de rebeka nunca fuera conocido a esas bestias.
-creí poder alcanzar el venado.
-veo que no fue así, porque no lo traes contigo, ¿que a pasado?. Y ahora que mierda contesto,nesto es cada vez peor, recuerdo aquel día, cuando salimos a buscar vallas y vimos un puma, Bingo.
-un puma me a ganado, lo tomo antes de que llegara. Repodi tratando de no soñar nerviosa.
-y entonces porque as tardado tanto. Pregunta rebeka.
-corrí algo lejos y luego no encontraba mis huellas. Digo y asiente,
- lo importante es que esta sana y salva. Dice mi madre que había permanecido en silencio, ella nunca a sido muy cariñosa, imagino que es por la situación y su anterior vida, la cual nunca a contado ni siquiera a mi padre, solo a nana, pero sus marcas y la letra que lleva en su brazo, me da una idea, segun nana, ella lo dirá cuando este lista, y por mi parte no la obligare.
-vamos a comer,. Dice mi nana y me lleva junto a ella, mientras los demás nos sigue, tal parece que rebeka si consiguió comida. Me siento en una de las rocas apiladas alrededor de la fogata, junto a mi se pone, katrina con una hermosa sonrisa.
-creí que te había pasado algo cuando mami llego sola. Dice un poco triste.
-no señorita, ahora es que hay alysa para rato. Contesto y vuelve a sonreír,
-te quiero como una hermana. Dice levantándose y dándome un abrazo, el cual me hace sonreír.
-yo también enana, ahora vamos a comer lo que hizo nana. Digo y ella se separa y se sienta nuevamente a mi lado, todos los demás se sientan uno al lado de otro, rebeka junto a katrina, a su lado jared, luego Irina, mi madre, mi papa, carlaile, y mi abuela sirviendo en las tazas improvisadas hechas de una extraña planta que da un fruto con la cocha dura y un relleno suave fácil de retirar cuando están se abre a la mitad.
Comemos en silencio, y cada uno va a su lugar, tomo la sabana improvisada y la coloco sobre una de las rocas mas altas donde hay varias lianas tejidas formando una superficie mas cómoda, todos los demas hacen lo mismo buscar el lugar donde duermen, cierro mis ojos, pero las imágenes llegan a mi memoria como una ráfaga de viento sin control, no puedo evitar ver los ojos rojos del vampiro que intento tomar de mi sangre,¿que eres? Es una pregunta que resuena en mi mente, como que ¿que soy?, una simple humana que vive en un bosque para no estar bajo el yugo de esos desalmados asesinos, también llega a mi mente esa voz que por un momento me trasmitió algo de tranquilidad.
-tranquila señorita no la voy a lastimar, confíe en mi.
Sus palabras resuenan en mi mente, ¿sera que es diferente? Me a salvado, y no a intentando beber de mi sangre. A lo mejor es diferente, pero ahora si me volví loca, que te pasa alysa, el es una vestía, que de seguro a matado a muchos de tu especie, pero no te hizo nada a ti, en realidad te a salvado. Dice esa vocesita en mi interior, tiene razón, pero eso no cambia su naturaleza, sigue siendo un vampiro y eso no va a cambiar.

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