Cap4. Un nuevo comienzo.

82 12 1
                                    

De repente todo cambió. Ya no sentía frío, al contrario, sentía calor. El chico abrió los ojos poco a poco ya que le cegaba una brillante luz de un tono blanco radiante. A medida que se iba acostumbrando a la molesta luz, empezaba a descubrir donde se encontraba. Se incorporó y se puso a observar detenidamente la sala. Estaba en una especie de habitación no muy grande, él, que se hallaba sentado en una camilla de metal miró a su derecha y vio que en un sofá había ropa limpia y a su izquierda, en el suelo, estaban unas impecables zapatillas deportivas con una suela de goma espuma. Extrañado, vio que no tenía ropa excepto unos bóxers negros. Se puso la ropa que había en el sofá y las zapatillas y se acercó a la puerta de la habitación. Cuando salió de la sala, se encontró con una red de pasillos, todos ellos tan iluminados como la sala en la que estaba. Sin saber a donde iba, optó por ir por el de su derecha. Cuando llegó al final del pasillo , vio que en la pared había una especie de nota que decía lo siguiente:

Te doy la bienvenida chico. Si sigues por el pasillo que tienes a tu derecha , llegarás a una pequeña sala. Allí se te informará de todo.
Atentamente, Josh.

Sin pensárselo dos veces, hizo lo que decía en la nota. Al llegar ante una puerta de color grisáceo, que por su aspecto parecía de hierro, golpeo dos veces con los nudillos la puerta. Enseguida alguien abrió una rendija que tenía la puerta a la altura de la cara del chico y dijo que le diera un segundo. Cuando sonaron al menos seis "click" la puerta se abrió. Había un hombre con una barba bastante larga y poblada de color blanquecina.
-Te doy la más cálida bienvenida de nuevo forastero. Mi nombre es Josh y soy el que está al mando aquí. Seguramente estarás asombrado y tendrás muchas preguntas que hacer, lo cuál no me extraña en absoluto. Toma asiento, te explicaré que está sucediendo.- Explicó el barbudo anciano con voz ronca.
-Mm...está bien.- Respondió el chico y se sentó en una silla de aluminio en una mesa de madera bastante grande.
Después de sentarse él se sentó a su lado Josh, que puso sobre la mesa una carpeta marrón.
-Veamos chico, antes de que me lances preguntas a diestro y siniestro voy a contarte que está sucediendo y donde estás. Verás, hace aproximadamente un mes, quizá un día más o un día menos pero eso no es de gran importancia, se empezó a propagar de forma brutal un virus que afecta al cerebro y para el corazón , provocando así la muerte del infectado. Pero lo mas extraño de todo esto es que, después de veinte segundos exactos el cadáver del que ha muerto a causa del virus, revive. Bueno, en cierto modo se podría decir que revive pero no es del todo cierto, ya que después de esos veinte segundos , los infectados tienen el corazón parado. Para avivar más la llama , encima, cuando vuelven , no sienten dolor físico ni tienen consciencia y para rematar, lo único que hacen es devorar humanos. El virus, tiene una única forma de propagarse y es que te muerda o te arañe algún sujeto infectado. Y para ya darle el toque final a ésta locura, los infectados son muy pero que muy agresivos. Es decir, se abalanzan sobre cualquier humano o animal vivo. Ahora mismo, el mundo se esta destruyendo, toda Asia, Oceanía , Europa, Africa, América del sur y América del norte han caído. Solo nos quedan algunas islas en el océano. Todos los países están plagados de estos seres a los que llamamos zombies, como en los videojuegos y cómics. Son bastante distintos a como se les hace referencia en cómics y videojuegos ya que, hay distintas clases de zombies. En total hay cuatro clases, los normales que no cambian de aspecto, los número dos que son más rápidos , los número tres que son rápidos y fuertes y por último los número cuatro, que son las criaturas que te has topado en el bosque ahí fuera. Nosotros , estamos en una base fortificada en una isla del Océano Pacífico. Bueno, creo que eso es todo por desgracia, ¿Tienes alguna pregunta?.-Le contó Josh al chico , como si ya lo hubiera echo miles de veces.
-Es difícil de asimilar todo esto, no me lo puedo creer. Bueno, siento como si hubiera perdido la memoria, no recuerdo nada , ni mi nombre.-Respondió y preguntó el chico con la voz entrecortada.
-¡Ah! Sí , es cierto. Se me olvidó decirte eso. Tu nombre es Jason, de tus apellidos no se nada. Trabajabas en Nueva York en una agencia de viajes. Tienes veinte años y de tu familia no se sabe nada. No recuerdas nada porque cuando nuestros exploradores te soltaron en el valle , te borraron la memoria con una especie de electrodos que se conectan a la mente y borran la memoria. Te dejaron allí por que es un proceso necesario, o sobrevives o no eres apto para seguir vivo. Y por lo que veo lo has conseguido chico, enhorabuena. Bueno, mi trabajo contigo ha acabado por ahora, ven conmigo, te llevaré a la sala de entrenamiento.- Le dijo Josh al chico.
-Joder, esto es imposible. Te sigo.-Dijo Jason asombrado.

Vida Muerta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora