Te miro cuando no te das cuenta de que estoy en la ciudad.
Te ves triste, algo más frío de lo que eras,
se nota que no escribes como antes,
quizá no tengas por quién hacerlo ya...
Quizá, desde el punto más egocéntrico todo se deba a que yo no esté.
Puede que de verdad escribieras lo de que seguía en tu mente.
Por eso he decidido cambiar. Te voy a enviar esta carta y quizá la próxima vez que pase por los lugares en donde solíamos besarnos, te llame.
Sí, quizá te llame porque tengo ganas de que me mires como solías hacerlo.
Tengo esas ganas de volver a equivocarme contigo y aún así sentir que eres la opción correcta cuando sujetas mis caderas.
Quiero que tú también te equivoques conmigo y pienses que ambos somos los únicos en la vida del otro mientras que cuando falto te marchas con ella y yo con él.
Quiero vivir contigo en una mentira porque en mi mundo de nubes de lluvia, café frío y maría no me entiendo.
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Cartas para Nic
Romansa¿Por qué no manda ninguna de sus cartas Alaska? ¿se reencontrará algún día con Nic?
