La Gran Mentira

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Pov Lucy:

Tengo muchas ganas de ver a Natsu. Bueno en realidad... hace unos días que somos novios... tecnicamente.

Estoy tan feliz. Con él me siento a salvo y aliviada, tenerlo cerca me alegraba y me tranquilizaba, pero no puedo evitar pensar en que soy un peligro, un riesgo para su día a día. Sólo por ser un Hada del Mar.

Bueno hablaré con él y veré si esa preocupación desaparece.

Pov Natsu:

Cuando ya pasó la tortuosa noche, mi cuerpo apenas respondía. Estaba agotado y dolido. No me explico cómo puedo seguir vivo.

Me desencadené como pude y por instinto me fui a la playa donde remojé mis piernas en el agua mientras me sentaba en una roca.

Todo ha sido tan repentino; ¿Cómo se lo explicaré a Lucy? ¿Que haré a partir de ahora? Nunca pensé que algo así me pasaría. Amo a Lucy. Estoy pérdidamente enamorado de ella pero... por eso debía protegerla, apartarla de mí por mucho que le doliera a ella... o a mí.

Ella ya tiene bastante con lo que tiene y no puedo comprometerle por algo así.

Desde que nos conocimos, fui su hombro protector, donde apoyarse y llorar. Y para mí ella era mi razón para vivir, para no rendirme y ser mejor persona.

Y entonces del mar apareció una sirena de cola rosa y alas de hada con espirales fucsia que cantaba como un ángel la canción que siempre cantaba al salir del mar. Al oirla cantar mi corazón se estremecía y a la vez se rompió al recodar el motivo por el que debo hablar con ella.

Pov Lucy:

Vi a Natsu a lo lejos y a medida que me acercaba a él dejaba de cantar. Esperaba que él se metiera del todo en el agua y me abrazara pero se quedó donde estaba y me fije en su torso desnudo y luego en la expresión de su mirada. Parecía tan serio.

- Lucy, tenemos que hablar. - me dijo seriamente.

Cuando me tranformé en humana, me puse unos vaqueros que me llegaban hasta las rodillas y una camisola de tirantes de color gris y fucsia y nos adentramos en el bosque.

No pude evitar observarle la espalda ya que iba detrás suyo. Estaba lleno de arañazos, golpes y parecía que se había roto varias veces. Me preocupé mucho asi que se lo pregunté.

- ¿Natsu estas bien?

- Sí. - no me miró y sonó frío y distante.

Estuvimos caminando por esa selva un poco más hasta que Natsu se detuvó a unos metros alejado de mí.

- Lucy. - me llamó y me puso los pelos de punta. - Tengo que decirte algo importante. - seguía sin mirarme.

Me extrañó un poco pero reaccioné casi enseguida.

- Y... ¿Qué es?

Se dio la vuelta y me miró seriamente.

- Es por lo nuestro. No es lo que crees.

- ¿Qué? ¿Qué quieres decir con eso?

Dejó de mirarme y agachó la cabeza observando el suelo.

- No quiero que tengas una idea equivocada. Nosotros no somos nada. Ni pareja, ni novios, ni nada.

Me quedé de piedra al oir esas palabras. Me sentía como si el mundo entero se hubiera detenido.

- Pero... Natsu...

- Dejaló Lucy. Será lo mejor.

- No, Natsu, necesito saber porqué. Yo te quiero...

- Yo a ti no.

Sentí que mi corazón se rompía en mil pedazos pero necesitaba saber la razón.

- ¿Acaso hice algo mal? - pregunté aguantando las lágrimas.

Pov Natsu:

Maldita sea. Esto se está complicando. No podré aguantarlo más. Debo dejarla. Pero en cuanto dijo esas palabras mi corazón se rompió posiblemente igual que el suyo. Mira que pensar que ella hizo algo malo...

- Si es así lo siento mucho.

Se disculpó con lagrimas en los ojos que estaban a punto de caer. No podría soportar verla llorar. No podría.

Pov Lucy:

A lo mejor estaba equivocada. Tal vez Natsu esté pasando un mal momento y por eso esta rompiendo conmigo, pero es raro en él no compartirlo conmigo como yo compartia mis alegrias y mis penas con él.

- ¿Estás bien? Sea lo que sea... - me acercé más a él y estuve a muy poca distancia de tocar su rostro. - puedes contármelo...

Pero entonces sentí que unos fuerte brazos me alejaban de él.

- Vete de aqui Lucy.

- Pero Natsu...

Me acerqué de nuevo a él pero esta vez me empujo tan fuerte que cai al suelo. Empezé a sollozar. Él nunca me había tratado así. Ya no le reconocía.

- ¡VETE DE AQUI! ¡NO TE QUIERO! ¡NO QUIERO VOLVER A VERTE NUNCA!

Y una vez dichas esas punzantes y dolorosas palabras, se marchó corriendo dejándome sóla en el suelo sollozando desconsoladamente.

Me fui corriendo a la playa y tropezé con la arena. Me quedé ahí horas, mojándo la arena de mi cara con las lagrimas.

Sin darme cuenta empezé a cantar una canción (la del comienzo) mientras seguía llorando frente al océano que, aunque parezca tan infinito, no podría guardar las lágrimas que llegaría a derramar por Natsu.

El Hada Del Mar (Nalu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora