Las Últimas Hadas del Mar y su Leyenda

141 7 2
                                    

Pov Lucy:

Wendy y yo nos transformamos en humanas y disfrutamos de un agradable picnic en la playa. Hablamos animadamente sobre nuestras anecdotas y nuestras aficiones. Natsu nos contó una hermosa historia sobre él y sus dos hermanos, que nos comentó que se llamaban Romeo y Zeref. Y cuando Wendy cogio más confianza, pregunto a Natsu muchas curiosidades que tenía sobre tierra firme. Después de una larga charla, se hizo de noche y Natsu nos invitó a su casa improvisada en el árbol. Nos animó a que cantaramos los tres juntos en medio del camino y acabamos cantando canciones de piratas y riendo alegremente.

Una vez que llegamos a la casa del árbol de Natsu, nos invitó a tomar fresas y cerezas que consiguió coger del bosque, mientras él preparaba mantas para dormir. Vimos como habilmente consiguió hacer una hamaca segura para dormir. Nos pusimos en nuestros reapectivos sitios y antes de irnos a dormir, dejé las flores que me regaló, al lado de mi cama improvisada.

No vayas Lucy...

¿Quien hablaba?

No vayas Lucy...

Reconozco a esa mujer. Es una de las doncellas de mi madre.

No vayas Lucy...

¿Que no vaya a donde?

Y entonces pude ver lo que pasaba. Mi querida madre estaba atrapada entre las redes de unos humanos. Quería ir a buscarla pero ninguna de las sirvientas de mi madre me dejaba pasar.

Fue entonces cuando mi padre, fue a salvarla pero el barco chocó contra unas rocas puntiagudas y se llevó con ellas la vida de mis padres. Las sirvientas de mi familia intentaron evadir a los hombre pero fue inutil. En el momento más desesperado, una de las sirvientas, me entregó a una pequeña bebé llamada Wendy, mi hermana pequeña.

Buceé y buceé hasta que sólo pude llenar mi vacio de oscuridad.

Me desperté gritando y sudando con lagrimas en los ojos pero al parecer nadie ne oyó... excepto Natsu.

Pov Natsu:

Escuché el grito de Lucy y alterado caminé hacia Lucy.

- Lucy. ¿Que te ha pasado? ¿Estas bien? - noté que estaba temblando y posé mi mano dobre su hombro. - ¿Has tenido una pesadilla? - dije en voz baja.

- Natsu... - le costó mucho hablar. Su voz era ahogada y su respiración entrecortada por el llanto.

- Lucy... tranquila, ya pasó. - la abracé y cerré los ojos. Dejé el susto de lado y suspiré tra quilizadoramente para calmarla.

Cuando se quedó más tranquila, nos separamos ella y nos miramos a los ojos.

Sus ojos de color chocolate estaban tan llenos de tristeza y dolor.

Sentí un nudo en la garganta pero le hablé claramente.

- Tranquila Lucy, no te preocupes. ¿Quieres hablar de ello?

Ella negó con la cabeza.

- De acuerdo. Pero sea lo que sea, sabes que puedes confiar en mí.

Me miró de nuevo a los ojos y sollozó de nuevo. Yo la atraje a mis brazos y nos fusionamos en un cálido abrazo. Me habló sin despegarse de mi abrazo.

- Mi familia y yo viviamos en un reino que los humanos invadieron y destruyeron. Mataron a todos, incluyendo a mis padres. Wendy y yo pudimos salvarnos... pero es que nunca e podido volver a confiar en nadie. - sus lagrimas volvieron a caer en mi hombro y mi bufanda.

Sentía su dolor. Su sufrimiento. Me dolía tanto verla así. No sé porque, acabo de conocerla, pero algo en ella me hacía temblar y sentir la necesidad de compartir alguna vez sus lagrimas.

- Yo también... perdí a mis padres. - seguimos abrazados y noté que mi voz se quebraba. - Mi madre murió poco después de que Romeo naciera por una extraña enfermedad que mi hermano mayor intentó curar.

Nos separmos y nos quedamos mirando al techo.

- Mi padre murió cuando cumplí 10 años en una fuerte tormenta imprevista que hubo. Me ató al mastil y al día siguiente me rescataron.

- Debió de ser horrible. - dijo Lucy soltando alguna lagrima más.

- Lo fue... - en aquel momento mi voz se quebró y solté una lagrima.

Lucy me secó las lagrimas de mi rostro y me sonrió tristemente. Yo le devolví la sonrisa y la abraza mientras le susurraba que estuviera tranquila, que no pasaba nada, que todo iría bien.

Me iba a volver a la cama pero ella me sujetó con suavidad la bufanda cuando nuestros rostros estaban muy cerca. Me pidió que me quedara con ella y así lo hize.

Nos fuimos a la hamaca y la abrazé contra mi cuerpo. Cuando me aseguré de que estaba dormida, le di un suave y delicado beso en la mejilla y con esa tierna sensación, me quedé dormido.

Holaaaaa chicoooos. Un par de cosas estos ultimos dias de diciembre estaré liada, tal vez demasiado como para subir capitulos tan continuamente pero tened pacienca que un mes se pasa volando. Bueeeeno disfrutaar y Feli Navidaaaaad y Prospero Año Nuevooooo.

El Hada Del Mar (Nalu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora