VICTIMA DE TU DESEO

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Nuevamente estoy  frente a ti, puedo sentir como tu presencia se impone y cubre por completo mi cuerpo protegiéndome de todo lo que pueda llegar a pasar.

Me encanta sentir como el calor que procede de ti, comienza a guiar mi respiración, enmarcando cada palpitar de mi corazón, sutilmente me vas guiando a buscar una sincronía de nuestro cuerpo, iniciando un lenguaje tan antiguo, como la misma humanidad.

Me tienes entre tus brazos, encadenada a tu mirada la cual solo puede viajar de tus ojos a tus labios, con un movimiento tenue marcas el inicio de esta aventura, con el dorso de tu mano, recorres el contorno de mi rostro, hasta volver a tener mi barbilla entre tus manos, elevas un poco mi rostro y acortas mas nuestra distancia, ahora tu aliento me da de lleno, pero aun no te apiadas de mi y no me permites saciar mi sed con tus labios, apenas me permites saborearlos ligeramente, tus manos dan inicio a una carrera a lo largo de mi espalda, trazando un camino de caricias, que solo avivan el fuego de mi cuerpo, es así que envueltos en un mar de besos y caricias recorremos la habitación, dejando en cada rincón una exhalación de la pasión que nuestra piel desborda.

En el mejor momento mis piernas dieron contra la cama, poco a poco me ayudaste a deslizarme en ella, en un momento de clemencia ayudas a calmar mi ardor, despojándome de mis vestimentas, gemidos escapaban de mi garganta al sentir como tus dedos dibujaban líneas sobre mi piel, murmuras mi nombre y pides que abra mis ojos y nuevamente soy prisionera de tu mirada, puedo ver como ese frío que la caracteriza dio paso a una nueva emoción, elevo mis manos para acariciar tu rostro, al sentirlas, colocas un beso sobre ellas puedo apreciar el calor que emana de tu piel, al verme dibujas una sonrisa que llega más allá de tus labios, la cual es tan exquisita que me provoca el volver a devorar tu boca.

En tus brazos veo el esfuerzo tan grande que haces para no colocar todo tu peso sobre mí y aunque intento aligerar un poco esa tensión no lo permites, así que solo me dejo guiar por lo que mi cuerpo dicta ¡soy víctima de tu deseo!



Un día común...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora