Niñas Mimadas (CAUI#2)

Compras y llanto

Ficha gremial

Nombre: Metalicana Redfox

Edad: 16 años

Magia: Re-equipamiento de armas

Padres: Gajeel y Levy Redfox

Le gusta: Leer

No le gusta: Los desastres de sus hermanos

"Por tanto juntarse con su tía Erza y Reza, tiene la actitud dura y mandona de ambas, y la magia de Erza, después de Asuka, a ella se le daría el mando de la cuarta generación, es dulce pero cuando la sacan de sus casillas es mejor no estar ahí."

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Eso de sacar a jugar unas pre-adolescentes como que no funciona, pero ellos casi no piensan, pareciera que tuvieran un cerebro como de cacahuate.

Natsu, Gray, Gajeel y Jellal junto con algunos de sus hijos estaban sentados en una de las mesas del gremio todos con cara de pocos amigos, las cuatro chicas se sentían aburridas, pero obviamente no tenían deseos de jugar.

— ¿Haremos algo de una vez? —pregunto Lucy molesta a los hombres —Estoy aburrida, tengo hambre y quiero regresar con mi padre —la rubia hizo un puchero porque no le gustaba estar ahí —. ¡Ah! Y además esta ropa es muy grande para mí, parece que es para un vaca —dijo refiriéndose a la ropa de su hija.

— ¡¿Eh?! —exclamo Layla indignada —Mi ropa es bonita y además no es mi culpa haber heredado la tetas de mi madre.

—Jovencita ese vocabulario —le regaño Natsu, cosa que a todos les extraño ya que siempre dejaba que su hija hablara así o peor —, mira Lucy, te llevare de compras si me prometes que te quedaras, ¿está bien?

La rubia lo miro de pies a cabeza, el peli rosa era lindo pero se notaba que era idiota, sin duda alguna.

—Está bien, vamos —acepto la Hearfilia con una sonrisa victoriosa.

Layla y su padre rodaron los ojos ante la actitud de mimada de ella, era muy raro verla así.

—Igneel, tú te quedas, ¿está bien? —le dijo Natsu a su hijo.

—Por mi está bien —contesto el rubio —, además hoy viene Wendy-san junto con Charles y Happy.

Layla, Natsu y Lucy salieron del gremio, dejando a las otras tres familias aburridas en el gremio.

...

— ¿Quieres hacer algo, Juvia? —pregunto Gray a su pequeña esposa.

—Ah Juvia no lo sabe —contesto la peli azul muy tímida.

—Podemos hacer lo que tú quieras Juvia-chan —le dijo Ul con una gran sonrisa.

Juvia miro a Gray y Ul con miedo, no era muy común que la gente le hablara, tenía miedo de que pudiera pasar.

—Juvia prefiere estar sola —les dijo.

— ¿En serio? —pregunto Ul — ¿No quieres hacer nada?

— ¡No! —grito a punto de llorar — ¡Quiero estar sola!