El piso de abajo

Capítulo 5

Me encuentro siguiéndole el beso a un completo extraño. Es el segundo chico al que beso en toda mi vida, y no es que no me esté gustando. Su lengua se desliza dentro de mi boca buscando la mía. Sus dedos bajan por mi espalda pegándome más a él. Siento calor, mucho, y no puedo despegarme de él. ¿Qué ocurre? es como si el tiempo se hubiera parado para nosotros. Él me acaricia la espalda subiendo y bajando las manos mientras las mías le revuelven el pelo. Después de lo que se me ha hecho un tiempo interminable nuestros labios se separan. Me está mirando, y en ese preciso instante me doy cuenta de que tengo que cambiar. Soy una completa idiota por dejarme llevar siempre, por pensar que la gente puede llegar a amable sin querer nada a cambio, por ayudar sin recibir, por ceder ante todo por hacer feliz. Quiero hacer lo que quiera sin tener miedo a que me digan que esta mal, a que me critiquen. Debo ser como soy.

-Me llamo Adam. -me sonríe y se aparta un poco más de mi pero con una mano en mi cintura y una mía en su cuello.

-Espera, dame tu móvil un momento -saca del bolsillo de su pantalón su móvil y me lo entrega desbloqueado. Guardo mi número de teléfono, me llamo y cuelgo cuando noto la vibración de mi móvil-. Pásatelo bien esta noche.

Le devuelvo el móvil y me voy a buscar a Maddison. No tenemos mucha confianza pero creo que debo contarle lo que acaba de pasar, además a lo mejor lo conoce y sabe algo más de ese tal Adam. He guardado su número y ya he cotilleado su foto de Whatsapp, es él sentado en un banco con una playa de fondo. Me encuentro a Eve y le pregunto por Maddison, me dice que está en el baño y que cree que vomitando. 

Me abro paso entre la gente hasta llegar a la puerta del baño, cuando la abro Maddison esta sola y tiene la cabeza metida en el wáter. Le recojo el pelo y le ayudo a seguir vómitando.

-Te... he visto con...-vomita entre medio de cada palabra que intenta decir, le doy espacio y aire con un folleto que he encontrado en el suelo- con Adam. 

-Ya hablaremos de eso después, ahora relájate y no te duermas que sino no mejoras.

Nos quedamos sentadas en cuarto de baño unas horas hablando de muchas cosas mientras Maddison se recuperaba. Me ha contado su lío con Joel, un chico que conoció en una fiesta de Erik y sus encuentros espontáneos con Eve. Por ella no siente nada, dice que es solo por diversión, no sabe ni siquiera si es bisexual u homosexual y por Joel si ha tenido sentimientos no han llegado muy lejos porque el no quiere ninguna relación. Aquello la destrozó pero en esta fiesta ha conseguido autoestima porque algún que otro chico le ha tocado el culo y con Eve se ha besado. Me preguntó por qué le sube la autoestima que unos universitarios guarros le toquen el culo sin saber ni siquiera cómo es ella, pero tampoco puedo hablar mucho porque Adam también me ha hecho sentir muy bien. 

***

Por fin estoy en mi cama tumbada. Le insistí a Maddison en que debería quedarse en mi casa ya que ella vivía lejos pero me ha asegurado que estaba bien así que se ha ido a casa. No puedo ni quitarme la ropa para ponerme el pijama, pero pensar en lo cómodos que son mis pantalones anchos hace que me levante para cambiarme y volver de inmediato a la cama. 

La pantalla del móvil me ilumina la cara cuando le voy al botón para ver la hora, pero no me fijo en la hora sino en lo que pone debajo de ella. 

Adam: "Espero que te lo hayas pasado bien y que en parte sea gracias a mi. Tenías cara de chica triste y no quiero lo estés."

No respondo, en parte porque no sé que decirle y en parte porque me quiero dormir ya. Releo el mensaje una última vez, lo pongo en silencio y me giro cerrando los ojos.