El piso de abajo

Capítulo 4.

Sobre mi cama hay una gran cantidad de ropa e intento decidir qué ponerme. Ya le he enviado un mensaje a Maddison. Hay tres conjuntos que me llaman la atención, el vestido blanco con encaje debajo del pecho, los pantalones negros con el top azul y el vestido verde que termina encima de mi rodilla. El blanco es muy corto y tiene la espalda abierta, el verde muy largo y el top de tirantas. La vibración de mi móvil sobre la mesa me saca de mis pensamientos. Maddison me ha enviado la dirección y el nombre de su amigo. Mi contestación es de esperar. 

"No, no, no y no. Es mi vecino y no es que nos llevemos bien. No quiero ir, lo siento." 

Ella no tarda en responder.

"Mejor. Estoy en tu puerta un cuarto de hora antes. Besos."

Cojo un papel y un bolígrafo y empiezo a escribir los pros y los contras de ir a la fiesta. Realmente quiero ir, mi cabeza piensa que mi corazón quiere ir para verle pero ellos dos no se conocen muy bien. Me hace falta desconectar, me lo pasaré bien y sino tengo mi casa cerca. También quiero conocer a esa chica peculiar que muestra tanto interés en mi. En contras escribo que habrá alcohol y yo no bebo, pero lo tacho porque sé que puedo no beber. Al final arrugo el papel y lo tiro a la basura.

"Tú ganas pero dime cómo vas vestida."

***

Decido ponerme un pantalón burdeo y un top negro de media manga. Mientras me aliso el pelo suena el timbre de la puerta. Abro y Maddison entra mirándome de arriba abajo.

-¡Estás guapísima! ¿Aún no te has maquillado? Déjame a mi. -Y sin dejar de sonreír me sienta en el sofá. Saca de su bolso un neceser con maquillaje y yo cierro los ojos dejándome maquillar. Noto como me toca los párpados con los dedos, cómo me toca los pómulos con una brocha y con algunos toques más con lápiz de ojo y pintalabios rojo oscuro me recoge las cosas y me dice que vaya a mirarme.

Delante del espejo largo que hay en mi cuarto apenas me reconozco, el maquillaje no es agresivo pero hace que cambie mucho. Me veo mucho más guapa y la ropa no me queda nada mal. 

-¿Te gusta?. -Pregunta la rubia nada más llegar.

-Si, me encanta. Me veo muy bien. -Me coloco unas plataformas negras y le doy un abrazo.- ¿Nos vamos?

***

Cuando nos abre Erik con una camisa blanca y unos vaqueros oscuros. Lleva el pelo alborotado y me mira asombrado cuando se da cuenta de quién soy. Se nota que no esperaba que viniese, pero se retira de la puerta y nos deja pasar sin decir una palabra. 

El apartamento tiene la misma estructura que el mío. En el salón hay un par de sofás ocupados por una pareja dándose el lote y unos chicos embobados en los culos de las chicas que tienen delante. En la mesa hay un barril de cerveza y a su alrededor numerosos vasos derramados o vacíos. Hay un chico dormido en el suelo apoyado en una pata de la mesa que me llama la atención. En la cocina más de lo mismo y la habitación está cerrada. 

Sigo a Maddison mientras ella va saludando a gente y presentándomela, aunque sé que ni ellos se acordarán de mi ni yo de ellos. Ya me han ofrecido una copa más de una vez, pero no he cedido. Mi nueva amiga rubia no se separa de mi en toda la noche y yo lo agradezco de todo corazón, no sé que haría por aquí sola. Ha conseguido que baile con ella y con una amiga suya, Eve creo que se llama, se ha puesto detrás mía y Maddison delante y han empezado a mover las caderas de una forma en la que yo no estaba nada cómoda pero les he seguido el juego mientras se agachaban. Maddison me ha restregado el culo. 

Hay una silla en una esquina de la habitación y he ido a sentarme. Desde ahí tengo a la vista a Eve y a Maddison para no perderme pero también a Erik. Él esta junto a la mesa con un vaso en la mano y el culo de una chica rubia en la otra. Se están besando y no sé por qué siento presión en el pecho. Vuelvo a poner mis ojos en Maddison y Eve que siguen bailando aunque ahora se le han acercado unos chicos. 

Vuelvo a mirar a Erik y sigue con la rubia aunque esta vez tiene las dos manos en el culo de ella, y ella se deja hacer mientras enreda sus dedos en el pelo del chico. 

-Hola, ¿qué miras? 

Un chico se sienta en el suelo a mi lado, me está mirando esperando una respuesta. 

-A mi amiga. 

-¿Quién es tu amiga? Puede que la conozca, porque eres a la única que no conozco de aquí. -me sonríe- Y me sorprende que nunca me haya interesado por ti.

-Mi amiga es Maddison, y a mi no me sorprende que no me intereses tú a mi. 

Me levanto a buscar a la rubia porque necesito ir al baño, pero el chico me coge del brazo y tira. Cuando me doy la vuelta nuestros cuerpos se tocan, su mano está en mi mejilla y sus labios en los míos.