Al terminar las clases, me dirigi a la salida con Jane. Con doce años no me creyó, no se como me pensaba que me iba a creer ahora que eramos mas mayores. Nos fuimos hacia su casa, donde nos esperaba su madre con la merienda.
-Hola!-saludé amablemente.-Que tal esta? hacia mucho que no la veia.- Le dije.
-Bien.¿Y tu?
-Bueno... tambien.
-Me gustaria... mm... am.. ¿me mostrarias la piedra que te di? ¿me habras hecho caso, verdad?
-S.si.. te hecho caso pero...
-Genial!
-Se me ha roto esta mañana...
-¿¡Que!?-Exclamo sobresaltada
-Mama relajate, solo era una piedra...Vamos a mi habitacion, Jane.
-Okk...
Una vez en su habitacion se lo conte todo, lo que ocurrio anoche y aquella mañana. Y, raramente, me creyo. Y la razon era, que su madre tenia una tienda relacionada con eso, lo sabia todo sobre eso, sabia conjuros... Y algunos se los habia contado a Laura.
-Esta noche no pretenderas dormir sola...verdad?
-Pues, no lo habia pensado. Me puede pasar algo?
-No creo, pero te vas a acojonar, mejor que vayamos a tu casa.
-Y porqur no aqui?
-Porque si nos quedamos aqui no pasara nada. Los 'espiritus' esos viven en tu casa. No aqui.
-Y que quieres que hagamos con ellos, jugamos al parchis?
-Tonta, hazme caso.
-Vale...
Salimos de su habitacion y paso por delante Andy, el hermano de Laura. -Andy hoy no duermo en casa.
-Te vas con la enanita?-Me llamaba enanita, al ser de la estatura de un hobbit.
-Calla estupido.-Solté.
-Sisi enanita...- Y se fue a su habitacion
-Dejalo, esta atontado el pobre.
-Como me vuelva a llamarme enanita le arranco el pelo de cuajo.
-Esconde las garras, gatita.
-La familia de atontados...-susurré.
-Anda calla.
Nos dirigimos a la puerta de entrada y ahi estaba, mi abuelo,con cara de preocupacion, al qual no veia desde los diez años.
