Capítulo 1.

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      El constante zumbar por el aire chocando fuertemente con las partes metalicas del avión era claro de escuchar por todas las personas que hiban a bordo.

No era un zumbido molesto, era un ruido a penas perceptible, a ratos ese sonido era enmascarado por las voces leves de las personas que hablaban contando sus historias, planes y experiencias a sus acompañantes en el transcurso del viaje. Quisiera que el mundo fuera como un día fue, que volviera a ser normal y que todo eso no hubiera ocurrido, quisiera que todas las personas volvieran a hablar como esa vez sin temor a ser comidos por esas bestias, creo que todos los que seguimos vivos queremos eso pero para poder eliminarlos a todos ellos necesitariamos a un ejercito que pudiera igualarlos y hacerles frente para volver a caminar sin peligro o preocupaciones sobre lo que queda del planeta, pero bueno, se vale soñar, además en l sería algo maravilloso poder dormir tranquilaménte sin tener que dormir con un ojo cerrado y el otro abierto, sin temor a ser sorprendido por uno de ellos, sin temer a que te devoren vivo, o peor... sobrevivir a su ataque y unas horas más tarde convertirte en uno más de ellos.

En lo unico en que pensaba era en llegar por fin a mi casa pues el viaje ya había sido algo tardado y agotador, a pesar de que me entretenía leyendo el libro "Viaje al centro de la Tierra" ya me había artado de seguir sólo sentado, y aún faltaban como cuarenta minutos para aterrizar en el Aeropuerto John F. Kennedy; y apesar de que el clima era nublado, con horripilantes truenos y con vientos... adentro en el avión ya era algo caluroso y sofocante.

Parecía que en cualquier momento llovería y una gran tormenta azotaría la ciudad.

Nadie imaginaba en ese instante que el mundo estaba cambiando y que lo que ocurriría en el planeta cambiaría a todos, literalmente. La verdad nunca me imagine el fin del mundo de esa manera, siempre creí que terminariamos extintos por obra de nosotros los humanos por tantos químicos lanzados al aire y que causarián una mega contingencía mundial que nos asfixiaría hasta morir intoxicados.

Segun recuerdo saque mi celular cuando iba en la parte del libro en que el profesor Otto Lidenbrok y su sobrino Axel eran guiados por un tipo llamado Hans hacía el centro de la tierra. Eran las 11:29am; sí yo hubiera sabidó que el mundo pronto se "acabaría" no me hubiera subido a ese avión en el que casí muero, aunque ahora me doy cuenta que estar muerto hubiera acabado con todo lo que he sufrido pues resulta más facil ser un cuerpo frio y muerto que atravesar todos los obstaculos para poder sobrevivir. El día era normal para cualquiera, desde que habíamos salido del hotel al Aeropuerto todo iba igual que otros días con un pequeño detalle; que la mayoría de las personas que encontrabamos en el Aeropuerto estornudaban e incluso algunas tosian, quiza comenzaba una epidemía de gripe... despues nos dimos cuenta que en realidad empezaba una epidemía de algo mucho peor.

Como les decía, el cielo era nublado, -muy nublado- ya llevaba varios días así pero eso no era nada extraño en días de verano.

Yo iba sentado en el asiento de a un lado de la ventanilla, aún seguía leyendo mi libro; a mi lado derecho iba mi mejor amigo: Harry, el era un poco más alto que yo, le facinaban los comics, era de piel blanca pero no demasiado, ojos un poco rasgados y grises, con cabello corto pero alborotado y quebrado, un poco robusto y gran bromista y se encontraba enfundado de una sudadera roja de Deadpool que creo que la había conseguido en una tienda de coleccionistas o algo así. En ese momento él leía comics de Marvel, creo que iba leyendo la "La Ultima Cacería de Kraven"; aunque no fuera buen estudiante, en cosas de Marvel o en cuanto a libros de Ciencía y Magía nadie le ganaba. A la derecha de él se hallaba David con los audifonos verdes puestos, recostado y con los ojos cerrados. Vestía una playera blanca y sobre ella una camisa azul a cuadros con las mangas subidas y desabotonada; su cabello era café y largo, era algo desesperado y compulsivo, de la misma estatura que Harry, se la pasaba escuchando Ska haciendo bromas a cada rato con Harry... eran una dupla de diversión.

Pesadilla Viral: La epidemía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora