Capitulo 3

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Ya habían pasado dos semanas en Londres que habían parecido dos días. Al menos en primera semana en Londres, habían ido de compras, habitado su nuevo departamento, ido al Big Ben, habían comprado demasiado té ingles como para medio año, habían ido al concierto de Ed Sheeran y ya las dos tenían trabajo. Valentina había conseguido un muy bien remunerado trabajo  en un restaurante llamado “Wahaca”, en donde era mesera y Zoe había conseguido un trabajo en “Primark” que era muy cansado, ya que trabajaba en el área de piso. Valentina ya tenía bastantes amigos, del trabajo, vecinos e incluso algunos que había conocido por azares del destino. Zoe tenía mucho menos que Valentina porque se dedicaba la mitad del tiempo a trabajar y la otra a hablar con su novio. Apenas se estaban acostumbrando a esa loca y divertida vida, que apenas empezaba. Todas la aventuras que iban a vivir apenas habían empezado.

Punto de vista de Valentina

-De verdad siento que cada vez la gente tiene menos creatividad-dije mientras me arreglaba la playera en el espejo de la sala, opinando acerca de una película.

-A veces siento que la vida real es más interesante-dijo Zoe lavando un vaso.

Termine de arreglarme y entonces tome mi bolso, así como Zoe el suyo y ambas salimos del apartamento para dirigirnos a nuestros respectivos trabajos.

Llegue al restaurante temprano como siempre siendo la primera. Eso era algo que podría traer muchos beneficios y que prefería ganar. Me coloque  lo que le faltaba del uniforme y entonces me dirigí a la pequeña sala de juntas que tenían detrás de la cocina para esperar a los demás.

Después de algún tiempo de espera los demás trabajadores comenzaron a llegar, algunos me saludaron, otros no. De pronto llego una alta y hermosa mujer de cabello dorado, ojos verdes y una sonrisa muy bonita; Taylor.

-Haré una fiesta esta noche, ¿quieres ir?-pregunto Taylor.

-Claro-pregunte refiriéndome al débil tono de voz de Taylor.

Asentí con la cabeza y entonces la junta comenzó. Casi siempre decían lo mismo que todos los días, nada muy importante. Valentina estaba segura de que invitaría a Zoe y estaba ansiosa por que cayera la noche, de esa manera podría disfrutar de su primera fiesta en Londres.

Esta vez llegue primero al apartamento. Abrí con habilidad mientras cargaba mi maleta y mi chamarra en las manos. Entre, tire todo en un sillón de la sala y después fui por un vaso de agua. Mientras tomaba un poco de agua, Zoe llego y tiro todas sus cosas en el mismo sillón que yo. Zoe se aproximo a mí, me saludo y después tomo asiento en una silla del comedor, la seguí y tome asiento enfrente de ella.

-Vamos a una fiesta-dije después de suspirar pues me había aliviado tomar un poco de agua.

-No tengo ganas. Ve tú-dijo Zoe mientras se levantaba de la silla y se acercaba al espejo para checar su apariencia.

Desde que éramos pequeñas Zoe siempre ha sido así. Cuando esta de mal humor se vuelve insoportable y contesta de forma que nadie soporta, claro solo yo. Siempre me ha molestado eso de ella, pero casi siempre hablo con ella y hago que cambie de opinión y se ponga de buen humor, para están las amigas; decidí levantarme y me pare atrás de ella en el espejo.

-No venimos a Londres a quedarnos encerradas en el apartamento todo el día-dije segura tratando de convencer a Zoe.

-Para eso esta acogedor ¿no?-contesto Zoe en una actitud detestable.

-Sale-dije molesta sabiendo que no haría cambiar de opinión a Zoe.

Zoe se quitó del espejo y se metió a su habitación, coloco el seguro y puso música muy fuerte como acostumbraba cuando estaba enojada. La verdad es que no me importo, la he aguantado así quince años así que un día más no me matara. Siguiendo el ejemplo de mi mejor amiga, entre a mi habitación, puse seguro y abrí la llave del agua lista para tomar un baño y arreglarme para la fiesta.

365 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora