02. después de todo me prepararon para esto ¿no?

73 5 1
                                    


Después de media hora recorriendo en lancha por el océano atlántico. Al fin comenzábamos a ver las enormes construcciones del CAP, ¿era idea mía o cada año se volvía más grande? Por fuera parecía cualquier internado común y corriente. Grandes estructuras modernas y el imponente color blanco de las paredes lo hacía parecer un lugar sagrado y de prestigio. Bueno, se podría decir que le da la imagen que en realidad tiene.

El lugar consistía en tres hectáreas; la primera eran las torres de las habitaciones, torre A para las mujeres, torre B para los varones. Ambas torres separadas por enormes pasillos los cuales después del toque de queda era vigilado por profesores y créanme, a estos no puedes burlarlos. La segunda hectárea son los salones, cuatro pisos llenos de salones de diferentes tipos. En el primer piso hay dos gimnasios y el cuarto esta la biblioteca junto con el despacho del director—al cual justamente me dirigía a ver—, los otros dos solo eran salones y más salones. Y la tercera hectárea consta de un amplio campo de entrenamiento al aire libre, abastecido con todo lo que necesitamos. Sin embargo, sé sobre la existencia de una cuarta hectárea, un jardín. Un hermoso jardín con flores y plantas exóticas que se encuentra en la pequeña selva que poseía esta Isla. El jardín esta después del campo de entrenamiento, es un lugar prohibido para los alumnos y muy pocos se atreven a quebrantar alguna regla. Solo mi madre y yo teníamos conocimiento acerca de ese lugar. Claro que no lo he visto desde hace diez años, cuando mi madre me llevó por última vez.

Y ahí estaba, atravesando una vez más aquellas enormes puertas. Era de esperarse que captaría la mirada de los alumnos que ya habían ingresado. ¿Quién iba a imaginar que la "Busca pleitos" iba a llegar acompañada de los llamados "Chicos populares"?, nadie y eso que era un grupo al cual detestaba. A medida de que avanzaba en los pasillos de cada piso, iba reconociendo caras que había visto antes y veía algunas nuevas. Claro que la mayoría de las nuevas eran apenas de niños de ocho años, pobres.

Llegamos al último piso en donde se encontraba el despacho de Uriel. Nathan y su grupito se detuvieron en la puerta, al parecer no iban a entrar y me parecía mejor, no quería que ellos escucharan las cosas que debían conversar con Uriel. Era mi último año y no podía dejar que nada ni nadie me distraiga de mi objetivo.

—Uriel quiere hablar contigo a solas —Dijo Nathan—, espero que sea la última vez que nos crucemos contigo. Ingresar contigo a la academia ya nos arruinará suficientemente la reputación por el resto del trimestre. —Bufó molesto. Sólo sonreí con ironía y entré al despacho.

Una oficina infestada con el olor a sándalo, dos estantes apegados a las paredes repletos de libros—que por lo que deduzco más antiguos que las mismísimas momias egipcias—, tenía un gran ventanal que se encontraba abierto y de él entraban ráfagas de viento agradables, en las paredes estaban colgados diversas pinturas de las cuales conocía casi todas las historias, un gran escritorio hecho de madera de roble y decorado con detalles de cobre se encontraba frente al ventanal, sobre esté reposaba una maseta con una verbena color lila. Y detrás del gran escritorio se encontraba el viejo Uriel, o bueno, tal vez a simple vista no se veía tan viejo, pero en realidad ni siquiera podría calcular su verdadera edad. Representaba a un hombre de no más de cuarenta años de cabello castaño con algunas canas visibles y ojos de un turquesa que ponía nervioso a cualquiera que ocultará algún secreto.

—No era necesario mandar escoltas. —Bramé. Él indicó que tomará asiento frente al escritorio.

—Cada vez que cruzas esa puerta estás más grande, pero tu actitud sigue siendo la misma —Recitó armoniosamente. ¿Mi actitud?, me crucé de brazos esperando su respuesta— Un carácter fuerte, pero demasiado orgullosa. Te haces respetar, pero tú no respetas. Eres una chica humilde, pero temerosa —Enumeró, esto no me gusta—. Tienes talento, tienes un don increíble, un don natural. —Prosiguió, y aquí se acerca el pero.

— ¿Pero? —Incité a siguiera.

—Pero, si tu actitud sigue así de irrespetuosa...me temo que tendré que reconsiderar todos tus años de estudios en la academia —Habló con ese tono lleno de tranquilidad. ¡¿Qué?!, ¿es una broma?, él no puede hacer eso. ¡No me partí la espalda estos once malditos años por nada!, ¡No podía!, esto cambiaría todos mis planes y eso significaba que no había otro camino más que la opción dos. Para las personas como yo solo hay dos opciones; la academia o una vida completamente entregada al servicio, es decir, como una esclava. Y para mi esa no era una opción, no podía hacerme esto. Literalmente estallé.

— ¡No puede hacer esto! —Grité y me paré del asiento— ¡Me he esforzado por once años, once malditos años para superarme y no decaer!, ¡Me he partido la espalda para alcanzar los límites que nos ponían! —Farfullaba con rabia—. ¡Usted mismo lo dijo!, ¡Si tengo el talento necesario, para algo les serviré! ¡Maldita sea! —Exclamé. Le di la espalda y me pase la mano por mi negro cabello. No podía hacerme esto, ¿tantos años esforzándome se iban así como así por mi actitud?, ¡Porquerías! Lo oí suspirar.

—Arial...—Musitó él. Le iba a corregir, pero hasta alturas, mi nombre era lo que menos importaba ahora— Sí, eres una de nuestras alumnas más destacadas. Pero, es tú último año y parte del trabajo al que estás postulando es cooperación en equipo y tu actitud no ayuda en eso. —Bufé molesta. ¿Equipo?, ¿desde cuándo los vigilantes y potestades trabajaban en equipo?, según yo tienen un lema; "Cuida tu espalda y la de los superiores". No decía nada sobre cuidarse unos a otros.

— ¿Y si estuviera dispuesta a cambiar mi actitud? —Pregunté con recelo. Nunca había visto sonreír a Uriel, y bueno, no fue precisamente una sonrisa. Algo parecido a una mueca de felicidad con el labio.

—Podrás graduarte sin problemas. —Sentenció. Lo medité por unos instantes, tal vez no tendría que cambiarla del todo. Ser algo más tolerable con los demás y mostrarme un poco más solidaria, pero ni crean que dejaré que pasen sobre mí, en especial Nathan y si grupito. Suspiré derrotada, no tenía más opciones.

—Bien —Suspiré— Lo haré, trataré de cambiar mi actitud. —Fingí una sonrisa.

—Como sé que te costará un poco tendrás algunas oportunidades —Fruncí el ceño en signo de confusión—. Si al final del año tienes un comportamiento limpio podrás graduarte, pero solo tendrás la oportunidad de fallar cuatro veces. Si cometes la cuarta falta, estarás fuera de la academia y ya sabes que es lo que significa —Me tragué las palabras que tenía que decirle y asentí con la mandíbula apretada— ¿Podrás hacerlo? —Preguntó.

—Después de todo me prepararon para eso, ¿no? —Sonreí con orgullo. Él solo suspiró— ¿Puedo irme? —Mascullé entre dientes. Él asintió y me dirigí hacía la salida.

—Solo lo hacemos por tu bien, Arial. —Musitó antes de que saliera.

—Lo sé. —Dije entre un suspiro.

—Tú madre estaría orgullosa de ti. —Hablo con suavidad y apreté los puños. Él no tiene idea de nada.

—No sabe eso, usted. Con permiso. —Y salí de ahí con unas enormes ganas de gritar y dejar salir toda la frustración que llevaba dentro.

Suspiré tratando de calmarme, tomé mi maleta que la había dejado junto a la puerta y me dirigí hacía la torre de mujeres. Lo único que quería en ese instante era ducharme y tirarme en la suave cama. A medida que iba atravesando los pasillos de la torre A, las chicas que se encontraban ahí posaban sus miradas sobre mí. Fruncí el ceño, ¿Qué?, ¿acaso pensaron que iban a expulsarme?, primero tendrán que matarme.

Cuando di con mi habitación—la cual la he tenido desde los ocho años—, abrí el ventanal dejando que el fresco aire entrará a la habitación. La habitación era espaciosa, tenía un enorme baño, una cama matrimonial para mí sola, un escritorio y un armario. Ordené mis cosas y antes de que entrara a la ducha tocaron la puerta. Confundida me dirigí a abrirla, en cuanto lo hice recibí una enorme y blanca sonrisa.

✿   ✿   ✿   ✿   ✿    ✿   ✿   ✿   ✿   ✿

¿y? ¿les está gustando? bueno ojalá jaja lo prometido es deuda voy a estar subiendo capítulos bien seguido , porque sinceramente mi vida se basa en no hacer nada en vacaciones por estos días jaja 

Voten y comenten, bienvenidas las nuevas lectoras<3



Swords, Bows & Arrows |Justin Bieber| {adaptada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora