La historia de Central Park

Capítulo 1.Algo malo sobre las mudanzas

  Puedes llegar a pensar muchas cosas sobre la vida de una persona. Siempre habrá cosas que le disgusten, otras que pueda a llegar a morir por ellas. Pero, si algo he aprendido en mis dieciséis años de vida es que en la etapa de la adolescencia, el carácter de las personas resalta mucho. Si, pensaréis, que os estoy metiendo un rollo, que no tiene nada que ver conmigo. Pues no, en verdad para llegar a entenderme, os tenía que explicar esto. Ahora sí, empecemos.

Como en cada historia, hay que definir a los personajes. Bueno, pues dado que esta es mi historia, me definiré a mi misma; la protagonista. Mi madre es americana,nacida y crecida en Boston, donde viven mis abuelos, pero mi padre es español, de Barcelona. Se conocieron cuando mi padre hacía un doctorado en finanzas y estaba de intercambio. Su historia no es de la que quiero hablar, así que no me enrollaré. Se conocieron, enamoraron y casaron en España, pero se fueron a vivir a Alabama cuando ya mi madre ya estaba embarazada. Un año después del nacimiento de mi hermano Ian, nací yo. Por ese tiempo, mis padres ya se habían mudado a California porque a mi padre le habían ofrecido un gran puesto de trabajo. Hablando de físico, soy una chica morena y de ojos oscuros que no destaca mucho. Mido 1.68 metros, y estoy delgada.

No me suelo definir positivamente, no soy una persona prepotente ni nada de eso, pero siempre he presumido de ser una persona tranquila. Puede que sea algo aburrida, pero cuando las personas están acostumbradas a estar solas, la acción en grupo les llega a molestar. No sabéis lo que llego a amar las tardes de invierno sentada en el pie de un gran árbol y un café de Starbucks en la mano. Tampoco penséis que soy la típica seta, que se deprime por cualquier cosa, y que se pone a comer guarradas de chocolate en el sofá viendo una fotonovela. Soy una amante del deporte y de la música, pero soy una chica más bien de rutina.

Después de describirme pésimamente, os pondré en situación. Acabo de enterarme, por casi décima vez de que mi familia y yo, nos mudamos. No es que huyamos de la ley o algo...solo que mi padre es un hombre de negocios muy importante en el país, y nos mudamos muy habitualmente para favorecer sus negocios. Creo que ya lo he remarcado, pero es importante entender que no soy para nada sociable y me encuentro en la situación de tener que ser la nueva otra vez. Vivir con los cuchicheos llega a ser insoportable. Y cuando por fin llego a adaptarme a la nueva escuela, mis padres me lo comunican. Es un círculo vicioso que no llega a ninguna parte. Pero, ahora, es una situación diferente. En este instituto llevo dos años y he hecho muchos amigos. Era la capitana del equipo de natación y llegué a ser popular en el instituto. Justo cuando estaba en la cima de mi posible felicidad, apareció él. No os contaré nuestra historia, porque para eso necesitaría otro libro. No estoy a favor de contar cosas del pasado que no me van a ayudarme. Solo decir que fue bonito pero pasajero. Nos mudamos en un mes, o eso es lo que me han dicho. Pero tardaré años en empaquetar todas mis pertenencias...

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CND.