CAPITULO 1

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"Ocurra lo que ocurra, aún en el día más borrascoso las horas y el tiempo pasan" Shakespeare.

Lamentablemente, llegó el día que nadie deseaba que llegara jamás. El día en que todo cambiaría para mí y la gente a mí alrededor , el momento en donde mi caparazón se rompería y me dejaría expuesta a todos .
Todo comenzó con un día gris y sombrío , la luna estaba oculta y apenas se divisaba el lugar en donde se encontraba . Todos los  Dioses se encontraban ya en sus templos, bueno no todos al parecer . 

Por alguna extraña razón había algo que me caracterizaba bastante, y era que siempre acababa enterándome de algo que no debía saber . Los únicos Dioses fuera de sus aposentos hablaban libremente sobre la persona que me había engendrado y de la cual evidentemente no tenía idea yo de quién era .

Oculté mi presencia lo más rápido que pude , encondiendome lo más cerca posible a ellos . Y ahí pude verla a  ella, una hermosa mujer de mediana altura ,pechos muy proporcionados , cabellos dorados como el mismo amanecer , ojos azul como el mismo cielo , labios carnosos y sujerentes . Sin duda no se le llamaba la Diosa del amor por nada . Bufé por lo bajo al darme cuenta de que apenas llevaba algo de tela encima .

- No me puedo creer que después de todos estos años Artemisa no quiera saber de su hija y sus grandes logros. Si fuera ella mi hija .... - comentó disgustada la diosa del amor , sin llegar a poder terminar la frase al darse cuenta a quien se dirigía - Lo siento....-inclinó la cabeza ligeramente.

A su lado el mandamás de todo alrededor, Zeus , Dios del Rayo . A primera vista podía parecer un simple hombre que entraba a los 30 años de edad , cabello corto y negro como el carbón, musculoso, alto y sin alguna duda alguien que perfectamente podría crear un micro infarto . Pero si mirabas a sus ojos , quizás ese micro infarto se convertiría en una muerte instantánea . Su mirada era sin duda lo que hacía que toda esa belleza se viera salvaje y quizás incluso terrorífica. Esos ojos te podían taladrar con la mirada y clavarte en el sitio y no de la mejor manera .

El se encogió de hombros quitándole importancia al asunto rápidamente.

- Esto es algo de lo que no estoy dispuesto a interferir Afrodita, estamos hablando de mi hija y mi nieta. Ante todo debo ser parcial . Si ella no quiere saber de su hija , así será. Pero el destino a veces es tan impredecible, que, ¿quién sabe ? A lo mejor las ajunte de alguna manera .

- Espero que sean de las mejores ....-Suspiró algo frustrada.

Por mi cabeza estaban pasando muchas cosas , no entendía que había hecho mal para recibir ese trato de mi padre y tampoco lograba comprender hasta donde podía llegar la mierda de problemas que se me avecinaban. Pero si algo estaba claro esque no tardarían mucho en aparecer .

Cuando dejé de darle vueltas a las cosas pude percibir a tiempo que ambos Dioses permanecieron en silencio, observando a su alrededor.

"Mierda , fijo que me han detectado" - miré a mí alrededor en busca de como evadirlos rápidamente sin causar un gran alboroto, hasta que los vi acercarse en dirección hacia donde me encontraba - "No pienso pasar la vergüenza de que me pillaron como niña chica , me piro " .

Acumulé rápidamente el poder justo para transportarme en mi templo. Y menos mal que fui rápida y precisa , porque por un mísero segundo más, y me hubieran atrapado con las manos en la masa . Hubiera tenido que dar muchas explicaciones, las cuáles no estaba evidentemente, dispuesta a aclarar ante nadie . Pero, evitar al mandamás del cotarro no era tan fácil como cabría esperar , tarde o temprano aparecía en mi puerta a pedir explicaciones.

Miré a mí alrededor en busca de algunos ojos curiosos que me hubieran visto teletrasportarme precipitadamente fuera de mi templo . Al ver que no habían moros en la costa , me dejé caer en el césped.

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