Capítulo III

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III.

— ¿Que pasa, Bulma? — preguntó Krillin. Tighs y yo nos quedamos estáticas mirando a mi amigo
¡Vaya! Pude a ver muerto ahogada y el no llego.
Me baje del coche y el frío me hizo temblar.

— ¿Que pasa? ¡Pasa! que estuve apunto de morir y ni tus luces — Reclamé enojada, el mareo se estaba pasando y ahora estaba más que enojada. Crucé de brazos y un mohín en mis labios. Krillin me sonrió avergonzado.

— Lo siento, es que no estuve atento está vez. A lo que me refiero es que hay un ki maligno aquí ¿Quién es? Y no solo ese, hay más fuertes.

Entonces mi semblante cambio, mire a Krillin por un largo tiempo. Tighs bajo del coche algo confundida por el momento, la lluvia solamente ahora se estaba convirtiendo en llovizna.

Sé que mi hermana está en peligro y por alguna razón yo también lo estaba. Con seres de otros mundos que tenían una fuerza sobrehumana. Debía ayudarla a salir de todo este enrollo.

—Llévanos a Kame Hause y ahí te puedo decir lo que realmente está pasado — murmuré.

—¿A las dos? —una gota de sudor recorrió su frente, desvió la mirada a Tighs quién sonrió.

Era incómodo, yo iba en su espalda y a Tighs la tenía agarrada de la cintura. Subíamos y bajamos cuando el cansaba de llevarnos hasta la isla de Roshi. Miré al cielo y a lo lejos pude ver la pequeña casa rosa con las letras rojas que decía "Kame Hause" Krillin nos dejó caer de golpe, mi hermana chillo acariciando su cabeza y yo mi espalda. Krillin sonrió con alivio de nuestro peso. Me levanté para pegarle en su cabeza calva, mi amigo se quejó con dolor.

— ¿Qué pasó? ¡Qué milagro que viene! ¿Quien es la linda jovencita que te acompaña? — Roshi salió acompañado de Launch y Puar con Uulong

— ¡Bulma! — Gritó con felicidad Puar. Ten shi han salió detrás de ellos y solamente me miró con amabilidad, sabía que entre el y Launch traían atracción o al menos por parte de Launch sí.
Entonces abrace a mi hermana y les sonrió con emoción de que sabrán que tengo una hermana.

— ¡Es mi hermana! Tighs ellos son mis amigos

— Un gusto — dijo Tighs guiñando el ojo.

— ¡¿Tienes una hermana!? —exclamaron entre todos al mismo tiempo, asentí con la cabeza. La mirada que le dió Ten shi han a mi hermana fue de atracción, Launch se cruzó de brazos, lo bueno es que tiene el cabello azul oscuro.

— Tengo dudas — Pronuncie. Roshi levanta sus cejas blancas. —¿Que es lo que pasó en ese torneo de artes marciales dónde quedé en coma? — la pregunta tomó por sorpresa a todos. Krillin fue quien oprimio sus labios en una delgada línea. Roshi propuso mejor pasar.

La casa seguía igual que siempre, respire profundo, ese olor a frutas que siempre estaba impregnado. Puar, el fiel amigo de Yamcha, me sonrió con tristeza y aunque sabía que Puar y Uulong no eran digamos seres normales, aún me negaba a ver que existieran los aliens.

— Bulma. Ese día quisiste acompañar a a Krillin de nuevo al torneo. Es ahí donde pasó el tiempo y no llegaban, cuando fuimos a verte, Krillin había muerto y tú tenías una hemorragia.

Escuché atentamente a Roshi. Cerré los ojos dando un suspiro, mi mente comenzó a buscar en los rincones más oscuros y pequeños, el rostro de un monstruo verde con escamas apareció, sus ojos fríos y sin sentimientos. Jadeo asustada abriendo los ojos de golpe

— ¿Quién era ese monstruo? — pregunté con un hilo de voz. Tighs me rodeó mis hombros.

— Era un sirviente de Piccolo. Un demonio, perteneciente a la familia del mal — respondió.

La Vida da sorpresas:Tu destino no esta escrito «En edición»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora