Capítulo V

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— Buenos días, ¿Bulma Brief? — El hombre de cabello pelirrojo me observó, su voz era parecida o más bien me era familiar a la de Goku, Silver me sonrió, después de unas semanas habían ganado el legado de la patrulla roja, Tighs me había dicho que él ahora dueño me quería ver para entregarme las llaves de la capsule corp. Aquí estaba, puntal como debía.

— Sí. Mi hermana me dijo que nos darías nuestra compañía ¿Se puedo saber el por qué? — La desconfianza aún me seguía persiguiendo. Silver rió algo nervioso, Tighs me dijo que no estuviera preguntando esto, pero tenía que hacerlo por nuestros bienestar ¿No es así?

— Quiero una alianza, su familia realmente es grandiosa en el aspecto científico. Quiero unir nuestras empresas para crear y revolucionar nuevas cosas. Por eso se las devolveré.

Asentí con la cabeza bajando del coche junto con él, había pasado por mi después de la escuela para ir a ver a la capsule corp. Silver metió sus mano en su bolsillo para sacar las llaves de lo que antes era mi casa, seguía igual.

Me estiró las llaves con una sonrisa.

— Ya sabes la clave. Sigue siendo la misma, ahora ten las llaves para las habitaciones.

Puse la clave en la pantalla digital pequeña que está a un lado de la puerta, está inmediatamente se abrió, el olor a humedad llegó a mi fosas nasales ¿Por que Red nos quitó la capsule corp? Si ni siquiera se tomó la molestia de venir aquí.

Mis pasos fueron lentos, entre con desconfianza, mirando a mi alrededor, los muebles tapados con sábanas blancas. Todo polvoriento, me senté en uno de los sofás admirando el gran jardín dónde mi madre solía salir a tomar el té con mi padre en las tardes.

— Es suya.

— Gracias — susurré con entusiasmo.

— ¡Silver! — un grito femenino nos hizo levantar la mirada. Una chica de cabello corto y morado llegó hasta nosotros con una sonrisa, a un lado de ella venía otra mujer. Rubia y de ojos verdes.

Yo la conocía, la había visto en películas de amor. «¡Sara Winters!» la famosa actriz. Me levanté del sofá ante la emoción de mi cuerpo. Sabía que la de cabellos morados es Violeta, la aliada de Silver, pero no sabía que conocía a Sara Winters. Arregle mi cabello con mis dedos.

— Sara acepto hacer el comercial para los autos. ¿Que te parece? — exclamó con la misma emoción. — Oh. Tú debes ser Bulma ¿Eh? Que hermosa eres, tienes la cara muy angelical.

— Gracias...creo — titubeó ante la mirada de Sara.

— Es cierto, es bella. ¿Bulma te llamas? — Asentí — Tiene las misma medidas que yo para la ropa de eso estoy segura. ¿Puedes darme tú número? Te propongo algo, pero necesito explicarte más adelante ¿Me lo darías?

Accedí al instante dándole mi número telefónico lo más rápido que pude. No lo podía creer. Después de eso, Silver y Violeta me explicaron mejor de que trataría toda esta alianza de compañías, realmente era la oportunidad para volver todo a la normalidad, volví al departamento cuando Silver me dió un aventón.

Subí las escaleras con rapidez, deje las llaves del departamento en la mesa que está a un lado de la puerta, no había nadie o eso creía. Leí la nota sobre la mesa, se habían ido de compras.

Suspiré por lo bajo, fui directamente a mi habitación, me recosté sobre mi cama mirando al techo, tendría que decirle a mis padres que había recuperado a nuestra compañía, con Tighs todo esto había sido posible ¡Por fin!

Mi celular vibró ante el mensaje de número desconocido, lo abrí para ver quién era.

« Buenas tardes, Bulma, soy Sara Winters ¿Recuerdas que te iba a proponer algo? »

La Vida da sorpresas:Tu destino no esta escrito «En edición»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora