Septiembre comenzaba, y como todo principio de mes, tocaba hacer las compras.
Así es como la joven se encontraba en el supermercado, con lista en mano, en busca de sus cereales favoritos.
Recorría los pasillos de aquel enorme lugar cuando se topó con la estantería que ella quería.- Cereales... Acá están. - dijo la chica para sí misma. Tomó la caja indicada, y justo cuando la estaba por colocar en su carro, algo la interrumpió...
-¿En serio te gustan esos? Qué amargada eres joder.
Ana asombrada por escuchar aquello, se dio vuelta y no pudo evitar sonreír al verlo.
-¡¿Qué hacés acá?! - preguntó, o más bien exclamó, antes de tirarse a sus brazos.
Si que lo había extrañado, demasiado a decir verdad.
Cuando se separó de él, no pudo más que comerle la boca, con un beso que demostraba todo el amor que aún le seguía teniendo, y cuanto lo había necesitado todo este tiempo.-¿Por qué no me dijiste cuando llegabas? - Fue lo primero que preguntó la castaña al separarse de su novio.
- Porque quería darte una sorpresa... Pero me salió mal, nunca pensé que ibas a estar comprando acá. - respondió el chico con una enorme sonrisa.
- Viste, eso te pasa por no avisar... ¿Y, cuándo has llegado? ¿Dónde te has quedado?
-Tranquila chica... Llegué anoche, y estoy en un hotel de por acá cerca.
-Pero, me imagino que no te vas a quedar ahí, para algo está mi departamento.
El joven sonrió y le enseñó el bolso que traía colgado en el hombro.-Menos mal... Sino te mataba...
- Ya te dije que mi sorpresa salió mal... Aparte ya habíamos quedado en que esta semana estaría con vos... En todo momento, hay que aprovechar al máximo mi estadía.- él le guiñó un ojo, a lo que ella respondió con una carcajada. -
Luego de eso ambos fueron a pagar lo que llevaban, y emprendieron camino hacia el hogar de la muchacha.
-Ah, por cierto, ahora que me acuerdo... Sos malísimo imitando el español. - Fue lo que comentó Ana divertida, mientras guardaba las cosas en el armario.
- Capaz, pero yo sé que a vos te gustan como hablan y no quiero que me cambiés por ninguno... Guapa. -
Después de ese comentario ambos rieron y siguieron acomodando todo.Y en la mente de aquella chica, algo resonó, como una advertencia...
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Una casualidad llevó a la otra.
RomanceCasualidades, y más casualidades llevarán a que el destino los una...