I Make The Angel Scream And The Devil Cry (Devil May Cry-Nero y Tú)

Capítulo 3: "Compañeros, nada más"

// Nero //

Miré a Dante extrañado, y él me seguía mirando con esa boba sonrisa.

-Estás mal de la cabeza, viejo. -Rodé los ojos y suspiré. El mayor se dio la vuelta y dirigió unas palabras a _____.

-Bueno, como ya es un poco tarde lo mejor es que vuelvas mañana, así podríamos darte un encargo y catalogarte. De todos modos eres bienvenida. -La chica agradecida se despidió de Dante, y antes de irse por la puerta atinó a mirarme un poco incómoda, e hizo un gesto con la mano en señal de despido. Sólo le sonreí.

- ¿Acaso no es linda?

-No puedo negarlo, pero me pareciese que la aceptaste simplemente por el hecho de ser guapa.

-¿Y acaso está mal que quiera compañeras de trabajo que satisfagan mi vista? -Me golpeó en el hombro sutilmente- No soy estúpido Nero, seré un payaso pero esto es trabajo serio, y esa chica me intriga. Y parece que a ti también te revuelve el estómago.

¿Y si Dante tenía razón? ¿Si quizás ella fuera la que me libraría del inminente recuerdo de Kyrie? No era algo que pudiera tomar a la ligera, pero... no, no podía ser.

Sólo tenía que respirar, relajarme y dormir. Ya vería lo que pasaría mañana.

-Nero, Nero~ -Era la voz del viejo, estaba por abrir los ojos pero una fría y espontánea sensación en la cara me hizo despertar completamente de improviso.

- ¡Maldito Viejo! -Tenía el cabello y la cara completamente empapados, y vi como Dante sostenía un vaso.

- Oh, vamos, un poco de agua no le hace mal a nadie.

- ¿No podías despertarme como la gente normal?

-Yo no soy tu madre como para andar cuidándote, así que te levantas ahora que es tarde. -Lo miré un poco molesto, y tomé mis cosas. Enseguida fui a ducharme.

// Dante //

El menor estaba duchándose, así que me senté en mi escritorio y me puse a leer esas revistas que me gustaban tanto. Aunque había algo que no podía sacarme de la cabeza. _____ me intrigaba, y quizás más de lo normal, sentía que ya la había visto o conocido antes, sus facciones eran tan parecidas a alguien...pero cuando ya estaba por recordar del todo quién era siempre se me esfumaban todas las ideas.

Lo volví a intentar, pero el sonido de la puerta abrirse me despertó. Supuse que vendría temprano.

-Buenos días -Me saludó cortésmente y enseguida guardé la revista.

-Buenos días- Respondí y me levanté del asiento, en ese mismo instante Nero salió del baño en toalla, mientras se secaba el cabello con otra. La tensión se notaba.

En cuanto los dos chocaron la mirada pude notar la incomodidad en sus rostros, era un poco obvio, se atraían.

Nero se escabulló lo más rápido posible a su cuarto, y _____ intentó olvidar lo que había visto hablándome.

-E-entonces... ¿Tengo un encargo, no?

-Sí, es bastante cerca, te servirá un poco para que conozcas el entorno, y a tu compañero.- Al oír mis palabras la chica abrió un poco más los ojos, sorprendida.

// Nero //

Hijo de puta, ¿no podía decirme que no estábamos los dos solos? ¿Tanto le costaba avisar? Ya en mi habitación busqué ropa nervioso. ¿Por qué estaba tan exasperado? ¿Por qué me sentía tan avergonzado? Me senté en la cama intentando relajarme.

Bueno, tampoco tenía razones para estar tan enojado, al fin y al cabo, tan sólo _____ me había visto semi-desnudo... ¡Claro que no iba a estar tranquilo! Pero... ¿Por qué?

Quizás sólo era tensión, sí, eso era.

Luego de estar listo, me dirigí hacia los demás, revolví un poco mi cabello buscando algo que hacer.

-Oh Nero, que bueno que ya volviste.- Hijo de puta, hijo de puta, hijo de puta.- Estuve conversando con _____ y le informé de su encargo.

-Bueno, ¿y?

-Tendrás que acompañarla- ¿Perdón? ¿Él había pedido mi opinión?- Tengo más encargos así que tú estás capacitado para evaluarla.

Tomé mi abrigo un poco molesto, y me acerqué a la chica, le abrí la puerta y ella salió primero. Estaba por hacer lo mismo, pero Dante me agarró del brazo y me susurró.

-Tranquilo, sólo es un encargo, nada más.