¡No eran estrellas! Eran doctores.
Lo mire y rápidamente pude notar su cara de susto, me miró fijo y me dijo con su voz temblando:
- Avisales a todos y que busquen refugio, llama a Mateo, Felipe, Lautaro, Bautista y a Mía y diles que traigan armas... ¡YA, YA, YA!
- No te dejaré que te quedes acá arriba solo...
- Tienes q bajar, sino nos llevaran a todos...
-Okey, Okey...
Aunque no conocia a ninguna de las personas q me dijo tenía que buscarlas. Baje rápido las escaleras hasta llegar a la planta baja.
-¡Belen!-Grite fuerte- Tienen que refugiarse, llegaron los doctores , nos atraparan si no nos vamos de aquí...
-Tranquila Abril, yo los llame, son los únicos que nos ayudaran a terminar con esto, con toda esta locura.
-Pero, Belén...- No podía creerlo, porque llamarlos, no tenía ni un poco de sentido, ¿quería vernos a todos atados en el hospital? Yo sabía que era eso y no se lo deseaba a nadie- estas loca, son un mal.
-Lo siento Abril, pero la loca eres tu.
Salió de la puerta principal, la cerro y se fue caminando, no podía creer lo q mis ojos veían. Tenía que encontrar a las personas que me dijo Thomas. Y en ese momento me acorde de Juan, el chico con el que había hablado para preguntarle donde estaba el cuarto de pelea.
-¡Juan! ¡Juan!
-Si Abril que sucede.
-Los doctores, Belén los trajo aqui, están arriba, Thomás me pidió que busque a Mateo, Felipe, Lautaro, Bautista y Mía pero no tengo idea de quienes son.
-Oh esto esta muy mal, ven conmigo.- Me llevó al cuarto de pelea y me dijo que entrara en una especie de puerta subterranea- Rápido, entra no hay tiempo.
No dude y entre.
-¿Que es esto?
-Aquí guardamos las armas, la única que sabía como hacer la evacuación era Belén así que lo vamos a tener que planear nosotros.
-No suena fácil.
-¡MATEO, FELIPE, LAUTARO, BAUTISTA, MIA! Levantense, llegaron..
-¡¿Que sucede!?
Dijo uno de los chicos.
- Los doctores intentan entrar a la casa, Belén los llamo.
Dijo Juan.
-Nunca confíe en esa perra, siempre intento hacerse la líder aquí. Miren a quien tenemos aca, a la famosisima Abril.- Dijo la chica que creó que era Mía.
-¿Tan famosa soy?
-Aquí eres la que todos aman y admiran...
-Necesitamos apurarnos, Thomás esta arriba sólo sin armas.- Dije yo.
-¿Que hace arriba?
-Nolose, pero no importa ahora .-Dijo Juan, en ese momento quize decirle gracias ya que sino les tenían que explicar porque estaba allí.
-Muy bien, no hay mucho tiempo. Yo voy a llevar a todos al refugio, Mateo y Felipe arcos y flechas, Lautaro y Bautista francotiradores y Mía y Abril armas mortales.
En ese momento no sabía que eran armas mortales pero tenía que ir con Mía que muy bien no me caía.
-Yo llevaré el arma de Thomás. -Dijo Mía.
-Okey, vamos!- Dijo con aliento Juan.
Yo me diriji con los chicos, yo iba al último, de la nada Juan agarra mi brazo y me dice:
-Creeme, no confíes en Mía, ella podrá darte 100% de confianza pero nunca le saques la vista de enzima, se como es ella.
-Okey, no te preocupes.
-Y no lo olvides, cuida a Thomás, el es muy importante para ti. -Y se fue corriendo para el cuarto del almuerzo donde estaban todos.
Yo seguí a los chicos.
-¿Sabes usar esto verdad?- Me dijo Mía.
-No.
-JAJA, la líder de los refugiados no sabe usar un arma mortal, eso esta de pelos.
-No lo recuerdo.
-Mira, sólo apuntas y con este boton- era un botón rojo q tenía a la derecha- disparas, es fácil.
Llegamos a subir todo lo que se podía de las escaleras y nos miramos unos a otros, sabíamos que era arriesgado pero lo teníamos que hacer. Subimos a la terraza y todavía los aviones no habían bajado pero no faltaba mucho.
-¡Thomás!- Grito Mía.
-¡Mia!- Dijo Thomas. Se acercaron y se besaron.
No podía creerlo, me sentía una inutil, haber besado a Thomas que tenía novia, que era Mía, que no me caía bien y Juan me había dicho que me proteja de ella.