Casa

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Me monté al auto y emprendí mi camino a casa.

- Hey, Mama! - Coloqué las llaves en el llavero junto a la puerta.

-Hola, hija.-Sonrió mi Madre- Como fue?

Genial, empezábamos con el interrogatorio.

-Bien - Me abrí paso a la cocina.

-No te incomodo? Pudiste abrirte con ella? Quieres buscar otro psicólogo?

- No; Si ; No aun,- Respondí respectivamente a sus preguntas.- Y es un psiquiatra, mamá.

<<Hola, pequeña hija de puta>> Su voz hizo eco en mi cabeza.

Decidí ignorarlo, porque de otra forma terminaríamos en una "discusión".

Es bastante idiota pelear conmigo misma. Pero aveces siento que Derek no es parte de mi, como si alguien lo haya metido en mi cabeza.

En los exámenes de rutina que me hago dice claramente que tengo un grado de Esquizofrenia, pero siento que Derek simplemente no es parte de mi enfermedad.

El me asusta demasiado desde aquella vez.

-Hola, Victoria, he traído el desayuno junto con las pastillas- Dijo Sam, una enfermera del Sta Joseph, entrando en mi habitación.

<<Loquita, no creas que tomaras eso>>  Las manchas negras se extendieron en las paredes de mi cuarto, amenazándome.

Quiero que desaparezcas.

El soltó un chillido desgarrador que hizo que me estremeciera.

¡Ya basta!

<< Ya falta poco para que me conozcas en realidad>> Las manchas en la pared se empezaron a desprender de ella, formando ¿Un cuerpo? 

¡Eres parte de mi puta cabeza!

<<No todo es lo que parece>> La mancha se enroscó al rededor de mi brazo, causando un dolor horrible. Las lágrimas empezaron a brotar de mi.

-¡Victoria Hamilton! ¡¿Como se hizo esa magulladura en el brazo!?

-No fui yo Sam, no fui yo.

-Creo que vamos a tener que duplicar las dosis.- Dijo Alessa, la jefa de enfermería.

Desde esa vez me quedo una duda, quizás existe algún tipo de espíritu o algo por el estilo y se metió en mi cabeza?

No lo se, pero quiero averiguarlo.

-Victoria Jacqueline Hamilton!!

Oh, mama esta enojada.

Corran

Sálvense quien pueda

Auxilio.

-Tori, estaba llamándote hace minutos!- Tenía sus brazos en jarra.

-Lo siento,-Dije-Es que estaba pensando.

-Que anda mal?-Tomo asiento en uno de los taburetes en la isla de la cocina.

Me senté junto a ella- Solo pienso en las voces, por qué volvieron?

-Estoy tan perdida y atemorizada como tu, hija.

- Creo que sera mejor que vuelva a Sta Joseph.-Dije mirándola débilmente.

- No, Victoria. Tiene que haber otra solución, ya estuve dos años sin ti, no soportaría dos mas.

- Pero es lo mejor, mama. No quiero hacerte lo mismo a ti- Suspire- O a Demian.

Mama se quedo sin habla, inerte, no decía absolutamente nada.

Y luego se abalanzo y me abrazo fuertemente.

- Vamos a salir de esta, Cariño.- Susurro.

La abrace mas fuerte aun-Pero quiero que me prometas algo.

-Que cosa?- Se aparto un poco y miraba directamente a mis ojos, verdes como los de ella.

-Si yo te digo que te alejes, lo haces, te llevas a Demian y me dejan en rehabilitación.

-Hija- Susurro, negando- No puedo hacer eso.

-Si, si puedes y lo harás si es necesario.- La abrace nuevamente.

-Abrazo familiar!!- Escuche a Demian correr hacia nosotras.

Amaba a este chico.

-Abrazo familiar-Repetí y reí.

<<Disfrutalo mientras puedas, Belleza>> 

La sombra se instaló alado de mi madre.


~Alone~[Re-editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora