Jazzmine

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"Mi prima era amiga de una medium, aun es aprendíz, pero puede ayudar" Dijo Cecilia.

-Hola?- Habló una voz femenina.

-Hola, Jazz Hudson?

-Si, soy yo- Su voz era dulce, me recordaba a mi madre.

- Necesitamos su ayuda, Señorita Hudson.

-Claro, podríamos hablar en su hogar?- Hice un baile de la victoria en mi cabeza.

-Si- Sonrío Cecilia- Cuando podría?

-Puedo ahora mismo, pueden darme la dirección?.- Cecilia me hizo señas para que se la dijera.

- Calle Armanny al 1300- Vocalice.

-Calle Armanny al 1300- Repitió.

- Bien, estaré allí en unos treinta minutos.

-Adiós, y gracias!.

-Eso fue mas fácil de lo que espere.- Solté todo el aire que inconscientemente había aguantado.

-Coincido contigo, mi pequeña amiga- Sonrió Cecilia.

Me estaba encariñando con esta mujer.

<<Esta puta y todas las putas que quieras contactar no van a hacer nada, belleza>>

Me tensé para luego escuchar una diabólica y sonora carcajada que resonó en mi cabeza.

<<Oh, ahora no te atreves a insultarme?>>

Tampoco hablé

<<Es mejor que no te encariñes mucho, ya que acabaré con todos, para luego acabar contigo>>

<<Deberías cuidar a tu madre>>

Puta mierda.

Corrí hasta el teléfono y marqué como un flash el numero de mi madre.

Un pitido.... Mierda

Dos pitidos... Mas mierda

Tres pitidos... Muchísima mas mierda.

-Hola?- La voz de mi madre resonó al teléfono, creo que nunca estuve tan feliz de escuchar su voz.

-Mama!

-Victoria, hija!- No la veía pero estaba segura de que estaba sonriendo.-Como va todo?

-¡Mami! Todo va bien- Mentí

-¿Las voces molestan?

Ugh. Mama, si tan solo supieras.

-No, desaparecieron- Volví a mentir- Debe de ser gracias a los medicamentos, y a Cecilia.

-Genial!- Estaba entusiasmada-Tori, vamos a quedarnos unos días de mas, no te molesta?

-No, para nada, solo quiero que llames.

-¡Yo voy!- Grito Cecilia.

-Má, debo dejarte! Te amo.

-También te amo, Victoria..

-Victoria, ella es Jazz- Dijo Cecilia cuando entré a la Sala.- Jazz ella es Victoria.

-Un gusto - Dijo, la observe bien, Tenia unos 36 años.

-El gusto es mio- Sonreí.

-Bien, chicas, ¿Cual es su problema?

Empecé a relatar todo lo ocurrido. Hasta lo de la hija de la Doctora Cecilia.

-¿ Aun tienes la muñeca?-Pregunto mirándome a los ojos.

-Si, en mi habitación. Venga.

-Oh, querida puedes tutearme.

Llegamos a planta alta y entramos en mi habitación, a la cual no entraba desde el incidente de ayer.

-Por aquí- Me dirigí hacia el baúl y lo abrí.

Allí estaba, rota, con manchas de sangre de mi brazo y con la escritura en la espalda.

-Voy a ayudarlas.

-Gracias - Dijimos Cecilia y yo.

-¿Puedo inspeccionar el baño, donde ocurrió la aparición?

-Claro. Esta por allá.

Entramos al baño.

Lo que vi en el espejo me aterro.

"Es estúpido que intentes escapar, Virginia"

La sangre chorreaba de las letras y hacía un camino que terminaba en el lavabo.

A esto se sumaba un olor putrefacto a carne podrida.

-Chicas-Murmuro Jazz- Esto va enserio.

-Dios- Susurro Cecilia en shock.

Solo quería llorar y correr.

No quería morir.

<<Oh, pues mal por ti, Virginia>>

~Alone~[Re-editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora