Y la tortura comenzaba.
Los gritos desgarradores hicieron presencia en mi cabeza, llevé mis manos a mis sienes, intentando calmarlas en vano.
<<El sello que hicimos aquella tarde>> Su voz resaltó entre todas las otras, el quería hacerme daño.
Si, aun esta.-Mire mi muñeca izquierda, la cicatriz aun estaba intacta, con un color rojizo.
El soltó una carcajada, seguida de un "vamos a jugar".
Corrí al cuarto de baño que tenia en mi habitación.
Abrí una cajita que simulaba un primeros auxilios. De ahí saque un bisturí.
La fui acercando a mi muñeca, justo alado del anterior sello.
<<No lo hagas>> Gritaban.
<<Victoria, por favor no lo hagas>> Ellos rogaban.
Les hice caso y solté la cuchilla.
<<Hazlo perra, no me desafíes>>
Un olor a sangre rancia inundó mis fosas nasales. Era solo mi imaginación, no?
<<No querrás conocerme enojado, putita>>
<<Te lo buscaste>>
Escuche un chirrido, como si pasaran un dedo mojado sobre vidrio.
Levante lentamente la cabeza, mirando al espejo.
-Dios.- Dije mirando horrorizada lo que había en aquel espejo.
No todo es lo que parece, Victoria.
Ahora voy a hacer que te arrepientas.
Estaba escrito en sangre en el espejo.
Otro ruido hizo que gire mi cabeza en dirección a la bañera, pero allí no había nada.
Y luego se fue la luz.
-Mierda.
-Victoria- Escuché mi nombre.
-Victoria, Victoria- Otra vez.
Me quede helada al sentir un aliento en la nuca -Victoria.
Grité e intente salir; un intento idiota de mi parte ya que la puerta se encontraba cerrada y caí al suelo.
Unas manos se aferraban a mis piernas y jalaban de ellas. El horror estaba pasmado en mí, nunca antes había tenido tanto miedo.
Volvió la luz y me levante del suelo como pude. Casi por inercia mire hacia el espejo, que estaba limpio. Ninguna mancha de sangre, solo mi reflejo.
Me mire bien al espejo. Estaba pálida y tenia las pupilas dilatadas del susto.
Mire nuevamente y mi reflejo se estaba desvaneciendo, ahora una mujer con la cara desfigurada y podrida, los ojos rojos inyectados en sangre, y una sonrisa macabra con dientes afilados ocupaba mi lugar. Su pelo era marrón, estaba enmarañado, sucio y con manchas de sangre.
Retrocedí un paso y grite.
-Ahora viene a por ti- Su voz era rasposa y quebrada- Te destrozara como lo hizo conmigo- Soltó una carcajada que puso mi piel de gallina - El te hace creer que estas loca, pero no es así, pequeña. Te ira consumiendo, el no es de este mundo.
-Quien es el ?- Pregunte con miedo.
-Yo le decía Mattew , pero veo que tu le has llamado Derek- Su acento español hacia eco en el baño.
-Dijiste que el no era de aquí. ¿De donde es?
-Nadie sabe de donde viene, solo saben que puede destruir todo a su paso, el es el hijo del diablo.
Oh mi Dios.
-El te odia, nos odia a todas. Y nos destruye de la peor manera- Continuo.
-A mi me trituro las piernas con una sierra eléctrica y destrozo mi cara con perros rabiosos,- Rió sin gracia- Yo era hermosa, niña, era hermosa.
Me sentí morir cuando dijo eso.
-Cuando te mate te unirás a nosotras, Virginia.
Virginia?
-Mi nombre es Victoria- Dije, tartamudeando.
-Para el todas son Virginia.-Soltó otra sonora carcajada. -Buena suerte, Victoria.
Y desvaneció hasta quedar solo en mi reflejo.
Sentí algo caliente en mi muñeca izquierda , sangre y mucha. Se escurría desde mi brazo, hasta acabar en un charco en el suelo.
Aun en shock lave mi muñeca y allí debajo, efectivamente estaba el sello.
Temblaba y no podía sacar de mi cabeza a la chica del espejo.
Derek no era parte de mi.
Era un destructor.
¿Acaso yo iba morir también?
Salí del cuarto de baño y me senté en mi cama.
-Victoria - Escuche nuevamente y empece a temblar
Gire mi cabeza en dirección a donde provino el susurro. Allí estaba Jenny, mi muñeca, esa muñeca destrozada que había tirado hace cuatro años.
Esto no podía ser posible.
La tome y en su espalda tenía escrito.
"Esta pequeña advertencia fue para que aprendas a no desobedecerme,
por cierto, no dejes que tu brazo sangre mucho.
Nos vemos, muy pronto.
Gracias por la sangre, Victoria."
Con miedo baje la mirada a mi brazo que continuaba sangrando muchísimo, tanto que asustaba.
Tire la muñeca en el baúl, que ahora solo tenia ropa y cosas sin importancia, lo cerré con llave.
Después del trauma que viví en mi habitación me vende el brazo y baje al living, dormiría aquí hoy.
No podía pegar un ojo, pero mañana debía ir a la psiquiatra.
En realidad no sabía si hablar de esto o no. Pues no quería que me tomen de loca.
O quizá si estoy loca.
No, eso había sido real. Estoy segura.
Al fin el sueño había llegado a mi, los ojos me pesaban, pero antes de dormirme escuché.
<<Esto recién empieza, zorra>>
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~Alone~[Re-editada]
Fiksi RemajaLos adolescentes de mi edad suelen ir a fiestas, emborracharse, acostarse con quien sea, ir al colegio y tener amigos. Yo, a diferencia de ellos, estoy sola y fuera de quicio. En este mundo puedes estar muerta en un segundo, todo es tan frágil. La e...