Capítulo unico

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N/A: Sí, sí, más temporada cuatro... ¡Es que la amo! Tantos what ifs que hay capítulo a capítulo y que, por supuesto, de ahí es donde nacen estos fics... espero les guste este one shot...

Disfruten!

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Todo anunciaba que sería un buen día para Beckett hasta que Serena Kaye apareció en la escena del crimen, llevándose inmediatamente la extraña admiración de su escritor y de los demás a su alrededor. Creyó haberse librado de ella al negar su ayuda como consultora pero gran sorpresa se llevó al encontrársela sentada en la oficina de Gates esbozando una amigable sonrisa que Kate clasificó como hipócrita. No tuvo más remedio que aceptar las órdenes de su capitán y tragarse cada uno de sus insultos, deseando más que nada en el mundo que el caso se resolviera pronto para que todo volviera a la normalidad.

Y lo que más le molestaba, aparte de la elegancia y particularidad que tenía Serena, era que Castle no podía evitar mirarla y hasta seguirla. Le daban ganas de vomitar el intercambio de miradas entre Castle y Serena, esas sonrisas cómplices que Beckett creía que eran solo de ella. Porque él la quería a ella ¿no?

El simple hecho de ver tan entusiasmado a su compañero con la investigadora de seguros hacía que le hirviera la sangre. Y para seguir con el mal día el tener todas las miradas puestas en ella cuando Castle quería largarse tras Serena la hizo apretar la mandíbula y aceptar. ¿Qué demonios iba a decir? Castle podría ser su compañero pero nada lo ataba a la comisaría si no quería y tampoco iba a quedar en evidencia al negarse.

Después, para rematar, verlo sentado en su escritorio demasiado cerca de la investigadora volvió a revolverle el estómago. A esas alturas del día lo único que quería era ir a casa y dormir, tratar de soñar en algo bueno que borrara todas esas horribles imágenes de su mente.

¡Ah, no! Pero la cosa no quedaba en solo simpleacercamiento. Castle tenía que intentar pasar más tiempo con Serena. ¿No le bastaba con haberla estado siguiendo todo el día? ¡No! El chico-escritor quería el paquete completo. Y Beckett pasaba a segundo plano.

Sí, estaba celosa. Ante alguien lo tenía que admitir, y quién mejor que ella misma para comenzar. Por la mañana lo primero que hizo fue llamar para hacer una cita con el doctor Burke.

Necesitaba sacar esas malditas palabras que tenía atoradas en la garganta antes de gritárselas a Serena en la cara durante el caso. Un acto que sería poco profesional y muy imprudente.

Pero cuando Burke le preguntó por qué le molestaba que Castle estuviera tan emocionado con la investigadora, Kate no supo bien qué decir. ¿Qué era lo que realmente le molestaba? ¿Que Castle le tomara más importancia a aquella mujer que a ella misma? ¿Que no investigara con ella? ¿O que simplemente siempre había tiempo para coquetear con otras mujeres que no fuesen ella? Flirteaba con muchas mujeres pero Kate siempre permanecía observando.

El planteamiento que Burke le hizo la puso a pensar. ¿A qué le temía más? ¿Que él la esperara o que no? El camino a la comisaría se le hizo muy corto, pero le dio tiempo a decidir la respuesta. Temía que él no la esperara. Temía que él se cansara de sus inseguridades. Temía que una mujer como Serena le robara a su compañero, al hombre al que se había dado cuenta de que amaba. Sí, definitivamente sería muy difícil de superar para ella.

Pero ese día solo empeoró. Escuchar a Castle preguntarle su opinión acerca de seguir adelante con Serena, invitarla a salir o algo, hizo que todo a su alrededor diera vueltas. Definitivamente no esperaba esa pregunta. Por una parte se había aliviado cuando supo que no habían pasado la noche juntos, pero el saber que él quería algo más fue como una puñalada directo al corazón. ¿Y qué hizo ella? Evitar no sonar agresiva al decirle "haz lo que quieras".

Los celos, besos y una promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora