Hijos de la luna - by Lilimkiss

Hijos de la luna 4

Capitulo 4

 By Lilimkiss

“Estimado Sr. Bénjamin, debemos informarle que los resultados de los exámenes que se realizaron a su sobrina Selene no fueron favorables, el cambio ha iniciado antes de tiempo, motivo por el cual sufrió del colapso y es de extrema importancia que se refuercen los medicamentos para detener el cambio y tratar con el caso de psicosis extrema que se está desarrollando, causando alucinaciones y desequilibrio mental. Debido a que es la única descendiente directa de nuestra Señora Madre es necesario controlarlo para que tenga una larga y sana vida sin las complicaciones de la enfermedad familiar y ocupe el lugar que le corresponde por nacimiento, como nuestra reina de todos los hijos de la Luna. Los medicamentos detendrán sus deseos de sangre, pero no los dolores de la falta de esta, por eso es necesario el té de especias rojas preparado especialmente para satisfacer esa necesidad, pero no tendrá efecto por mucho tiempo, hecha a base de sangre y medicamentos naturales para el dolor. Al mismo tiempo los medicamentos detendrán el crecimiento de sus colmillos y por eso es de suma importancia que no deje de tomarlos bajo ninguna circunstancia o fuera de horario. Profesor Raziel”

No sabía si llorar o reír, ¿era esto una broma por estar husmeando? No sabía ni por dónde empezar ¿Hijos de la luna? ¿Reina? ¿Colmillos? ¿Cambio? ¿Psicosis? Oh, espera eso era cierto y la ¿Sangre? No había duda que deseaba la sangre de Andrey. ¡¡Genial!! hace semanas que no tomaba las pastillas y como si fuera poco había comenzado a coleccionarlas debajo de una losa floja del baño, que era mejor ni mencionar como había llegado a ese estado en un baño recién remodelado.

-¿En qué me estoy convirtiendo? – pregunte exhausta -

¿Selene? ¿Estás bien? – me pregunto Andrey acercándose

Me levante precipitadamente, mi cabeza empezaba a dar vueltas por demasiada información. ¿Sería realmente cierto? A medida que se acercaba Andrey  todo se volvía lento incluso mi corazón empezó a latir lentamente, solo él existía para mí, el mundo a nuestro alrededor se detuvo completamente. Podía oír las pulsaciones de su corazón amoldarse a las mías, por cada segundo que pasaba nuestros cuerpos se encontraban más cerca el uno del otro, mis labios al nivel de su cuello. Imágenes sobre las veces que nos vimos después de mi llegada, la fuerza con que había tratado al idiota del lago ¿sería el también como yo? ¿Tendría eso que ver con la muy tranquila reacción de Andrey al beber de su sangre, mientras yo me creí un monstruo? Despacio dirigí mis dedos a sus labios para tocar sus dientes, no sentí temor, ¿Cómo no lo había notado antes? Claro, estaba muy ocupado chupando su sangre

-¿Eres como yo? – pregunte en una voz tan frágil que creí romperme en mil pedazos

 -Selene, nadie es como tu – dijo en un débil susurro mientras acariciaba mi mejilla

Me deje caer lentamente al suelo mis piernas ya no podían sostenerme en pie por más tiempo, todo en mi estaba a punto de colapsar. Andrey se arrodillo a mi lado mostrando por primera vez una emoción, miedo…miedo por mí. Toque sus labios nuevamente en busca de sus colmillos y después toque los míos que apenas se podían sentir. Aun confusa toque sus labios nuevamente, mientras Andrey se mantenía inmóvil a mi revisión. El mundo a mi alrededor ya no valía nada, todo era una absoluta mentira y lo único que me mantenía con fuerzas era el agarre de Andrey, fuerte y protector sobre mis brazos , nuestros rostros a pocos centímetros, inclusive podía sentir su cálida respiración, pero ¿Por qué me sentía de esta manera tan protegida junto a él? Mi mundo se venía abajo y en lo único que podía pensar era en su cercanía, era como si fuésemos dos imanes que se atraían. Nada mas existió cuando nuestros labios se unieron, las emociones que me embargaban explotaron en miles de pedazos dejando solo el deseo de tocarle, olerle y sentirlo junto a mí. De sentir sus labios sobre los míos, su sabor, su tacto, la tersura de su cabello entre mis dedos. La firmeza de sus caricias en mi espalda, el control de sus movimientos, su respiración acelerada al igual que la mía. Los besos delicados que iban aumentando en intensidad. A medida que ganaba experiencia y reconocimiento de sus labios que tan perfectamente encajaban con los míos, la sutil caricia de su lengua en la comisura de mis labios pidiéndome la entrada, el sabor de mi sangre cuando mi lengua toco las puntas de su colmillos y la suya al combinarse con la mía haciendo el beso aun más intenso, creando sensaciones que jamás había conocido.