Revelación (h.s)

«18. Waffles & cita express.»

-sorry si no está tan bueno, siento que es como un relleno pero es lo que hay. bai <3

ELIZABETH

Estoy en un baño observando mi reflejo en el espejo. Me he limpiado la herida de la barbilla y puedo ver que se ha creado una costra. Espero que no me quede alguna marca. También me he arreglado el cabello, traté de acomodarlo como de costumbre y el único rastro que queda es un dolor pulsátil donde Liam me ha lastimado pero una tercera persona no podría notar que he sido lastimada.

Kira me ha llamado para preguntar por mi paradero, le he contado que he tenido una discusión con Liam y que Harry llegó a salvarme y que hemos venido a comer algo. No le he contado que Liam se ha sobrepasado conmigo porque no es el momento pero le contaré esta semana.

Lanzo a la basura un pedazo de papel y me lavo la cara una vez más. Mis ojos ya no están tan hinchados pero mi rostro está pálido y mi nariz está pintada suavemente de un tono rojizo por todo el llanto. Esto es una vergüenza, no quiero salir así, no quiero que Harry me vea de esta manera pero he pasado más de 30 minutos encerrada en el baño y unos minutos atrás él tocó la puerta para chequear si yo estaba bien.

Me seco la cara con un pedazo de papel y sacudo mis vaqueros y el top negro para desvanecer los restos de polvo que se habían pegado a la tela.

Salgo del baño con la mirada en mis zapatos, sólo levanto la vista para recordar en que mesa estamos. Harry Styles me trajo a una casa de Waffle, era el único local abierto y más cercano a la fiesta y que contaba con un baño. Me siento en frente a él y el muchacho guarda su teléfono.

"¿Estás mejor?"

"Sí, gracias."

"Te he ordenado un Waffle ya que estamos acá."

"Bueno."

Nos miramos un par de segundos, sus ojos me investigan con curiosidad pero puedo notar que sigue preocupado. Mis mejillas cambian de tonalidad delatando mi vergüenza y debo bajar la vista hacia mi regazo.

"¿Estás bien?"

"Sí..."

"Luego de lo que sucedió..."

"Lo estaré...eventualmente."

"Te dije que no te acercaras a él—"

"Fue una terrible casualidad, además no sabía qué se iba a-a comportar de esa manera," confieso sintiendo un nudo en la garganta. ¡Maldición! No quiero llorar más.

"Perdón, tranquila lo entiendo."

Casi entro en estado de alarma cuando veo que él estira su mano hacia la mía, la cual descansa sobre la mesa, cuando está a centímetros de tocarme se detiene arrepentido.

"Aquí está su pedido," escuchamos la voz de nuestro camarero que sale de la nada. "Un waffle feliz para la señorita y un café para usted. Que lo disfruten."

Harry ha ordenado para mí un waffle cubierto con salsa de chocolate y adornado con una mezcla de frutas como arándanos, frutilla, banana y frambuesa. Luce tan delicioso y soy consciente de que mi estómago está vacío y está rugiendo. Cojo el servicio y me echo a la boca un trozo del waffle. Un suave sonido de placer sale de mi boca cuando trago el primer bocado.

"¿No tienes hambre?" Inquiero observando su taza de café.

"No."

"¿Acaso comes?"