Redención -L.P-

Liam

"Es difícil cuando te vas y ves que no hay nadie extrañando tu presencia, pero también lo es cuando te vas y no ves a nadie anhelando tu llegada."

Liam

Tocaba en plena mañana en la ciudad de NY notando curiosas miradas sobre mi mientras mis labios se movían al compas de la melodía, observaba como la gente dejaba el dinero que tanto necesitaba para sobrevivir en esta ciudad tras mi marcha de mi antigua ciudad. Observe como la misma gente que vi ayer estaban hoy sonriéndome con admiración mientras me dejaban el dinero. Note una nueva mirada sobre mi, una nueva cara. Una pequeña joven de estatura mediana con el pelo largo tapándole la mitad de su cara, sujetando una cámara mientras me observaba y sacaba la foto, note que salía un suspiro de su pequeña boca pero con carnosos labios y sacaba de su bolsillo 10$ y se agacho para dejarlos en la funda, pero de un momento a otro su camisa subió un poco y pude ver viejas marcas en su muñeca y alguna mas que reciente, me quede asombrado, la joven era preciosa ¿Por qué tenia semejantes cicatrices en su hermosa piel de porcelana? Me pregunté a mismo mientras la joven bajaba otra vez su manga al notar mi mirada en sus pequeñas muñecas, ahora suspiro frustrado mientras seguía tocando y cantando, subí la mirada y me encontré con la suya, hay es donde me perdí completamente, esos ojos color marrón oscuro enmarcados por unas largas pestañas negras y unas ojeras de cansancio bajo ellos, me perdí en su belleza, me perdí en sus ojos, me perdí y perdí la realidad conmigo. Suspiro al salir del transe ya que ella retiro la mirada y se fue sin decir nada, perdiéndose en las enormes calles de NY, exhale cansado mientras recogía el material y el dinero, sin antes agradecerles a las personas por su apoyo.

Camine lentamente observando como la gente caminaba de un lado a otro, sin importarle con haber chocado con otra persona, ni pararse a pedir perdón, a quien engañaba, muchos humanos y poca humanidad en ellos Mire la hora y decidí a pasarme a por un café, un lugar me llamo la atención por su estilo tan acogedor y que había familias y amigos sentados teniendo una agradable y tranquila conversación. Suspire mientras me colocaba bien la guitarra y entraba con paso firme. Al entrar note una cara conocida, no podía ser, era la joven de esta mañana, sonreí para mi mismo mientras me acercaba a la barra y leía el menú lentamente para saber que escoger, al decidirme la observe de arriba abajo observando hasta el mínimo detalle, era muy bella, -Mierda Liam no te enamores -Reclamo mi mente, asentí mentalmente mientras pedí un café, mientras desaparecía de la barra me gire a ver el gran ventanal y observe a un hombre sin techo cobijado del frío de NY, suspire triste, si no fuera por mi talento estaría a si, note una leve presencia de la joven chica y note que me observaba,  me pregunto como quería el café, un café normal respondí con calma pero incluí el bollo para el joven de hay afuera. Parece que me leyó la mente ya que sus ojos se dirigieron a al gran ventanal y sonrío de lado mientras me traía el café y cogía el bollo mas grande que tenían en el escaparate -10$ señor-Dijo con esa voz tan delicada y insegura, sonreí de lado mientras sacaba sus 10$ que me entrego esta mañana, note sorpresa en sus ojos y sonrío para ella misma. Me despedí con una ligera sonrisa sin antes entregarle el bollo al señor e ir camino a mi casa.