Redención -L.P-

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"Aquellos adolescentes que se encierran en sus cuartos por la noche y lloran hasta quedarse dormidos, alguna vez fueron niños con luz en sus ojos y esperanza en su corazón."

Liam

Dicen que las lágrimas que se lloran sin querer son por las heridas del pasado. Yo digo que todos los escritos que he hecho han sido mis lágrimas convertidas en letras. Reflexionaba mientras caminaba a paso lento a mi humilde y pequeña casa, observe como el cielo se tornaba oscuro y recordé "El sol amaba tanto a la luna que el moría cada noche para dejarla brillar" Que hermoso debería ser el amor, estar enamorado de una persona, despertar con ella cada día, pero a quien engaño, el amor es falso, viene y va.

Llegue a casa situada en un oscuro barrio, abrí lentamente la puerta mientras se escuchaba el espeluznante chillido por falta de aceite en las bisagras, suspire dejando la guitarra encima del sofá mientras me tiraba encima de el, debía buscarme un trabajo, esto iba a acabar mal si no encuentro un trabajo, suspire mientras cerraba los ojos. Realmente estaba agotado, me levante del sofá dirigiéndome al baño a tomarme una buena ducha caliente al acabar me puse mis boxers negros y un pantalón de pijama sin nada arriba, fui caminando lentamente a la cocina mientras observaba mi nevera. Suspire cogiendo un yogur y me senté en el sofá mientras observaba la tele en silencio, debía comprarme un perro o un gato, así la soledad dolía menos.

Amy

Mi turno termino hace un par de horas, llegue a mi casa sin necesidad de usar un transporte publico ya que me sumergí en mi mundo mientras caminaba, al llegar me tome una merecida ducha mientras me ponía tan solo una camiseta ya que la calefacción estaba encendida, suspire abriendo la nevera y cogiendo el plato de pasta, lo observe en silencio y lo metí en el microondas. Mientras se calentaba el plato decidí encender la tele para que me hiciera compañía y me senté, -Nota mental Amy, debes comprarte un perro o un gato-Dijo mi conciencia, suspire frustrada tenia razón mañana a primeras iría a la perrera a rescatar a uno de hay. ""Pim"" El sonido del microondas me saco de mis pensamientos y fui a por el plato y lo deje en la barra del desayuno. Me senté lentamente esta soledad me estaba matando, no quería estar sola nunca mas, pero así es y así será siempre si no intento cambiar, si no lucho por sentirme bien tan solo para mi misma, no llegara alguien para repararme, no estoy en una novela, estoy en la vida real, y por mas triste que suene, nadie vendrá a rescatarte, debes hacerlo tú.

Termine y metí el plato en lavavajillas y me senté a mirar la tele mientras acariciaba mi muñeca, como pude ser tan imbecil, aunque me hubiera matado el no habría vuelto conmigo, el error esta echo y hay que asumirlo.

Saque mi libreta donde escribía frases sin sentido o dibujos sin terminar, exhale algo nerviosa al recordar al joven chico de ojos avellana y pelo castaño, con una preciosa y angelical voz, ¿Me lo volvería a encontrar? Me pregunte a mi misma, pero sabia que no podría ni responderme.

"La lluvia cae por que las nuves no pueden soportar el peso; las lagrimas caen por que el corazón no puede soportar el dolor" - Dije mientras soltaba unas cuentas lagrimas observando como las pequeñas gotitas chocaban contra la ventana.

Tenía mucho tiempo sin llorar y hoy es el momento.

Liam

Nos aferramos al dolor porque es lo que nos queda y por eso mis cicatrices me están tentando, desean ser abiertas de nuevo. Con tan solo observar los ojos de aquella joven mis demonios se calmaron, parecía como una pequeña chica observando a su ídolo para mantenerse fuerte y viva. Antes me burlaba y ahora entendía la sensación, "morir matando no es morir viviendo."

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