Basuke Love

3. Midorima

1. Midorima x Takao. Tres años después.

Desde ese día todo fue a peor. Cuando llegué a casa y mis padres vieron las marcas en mi cuello y los arañazos en mi espalda, les saltaron las alarmas. No sabían que tenía pareja y menos que era Takao.

Mis padres lo dejaron pasar, pero a la semana siguiente, mi padre nos pilló. Vio como caminábamos de la mano y nos besábamos. El "castigo" que me puso fue irme con el América esa misma noche. No pude avisar a Takao porque mi padre estampó mi móvil contra el suelo.

Y de eso ya han pasado 3 años. A mis 18 años, he vuelto al lugar donde conseguir ser feliz de verdad. Caminé por las frías calles hasta la casa de Takao. Pero allí no había nadie.

Nervioso y asustado, corrí por las calles gritando el nombre del chico al que amaba. Al final encontré, pero él... Me dio miedo. Estaba muy delgado y con algunas heridas.

-¡Takao!

Corrí hacia él y le abracé. Empecé a llorar pero él se mantuvo como una estaca.

-¿Takao? Soy yo... Midorima.

-No, mi Shin-chan vendrá a buscarme... Tú solo eres otra alucinación.

No pude creer lo que me acaba de decir. Me costó mucho convencerle de que había vuelto. Cuando lo hice, él se desmayó. Le cargué y le llevé al apartamento donde ahora vivía. Le tendí en la cama y busqué una manta para él. Pude ver que tenía innumerables heridas por todo el cuerpo.

- Este chico es tonto

-Shin-chan... Vuelve conmigo...

Me enternecí al escucharle llamarme en sueños.

- Tranquilo. No me volveré a ir. Te lo prometo.

Me tumbé en la cama a su lado y estuve todo el rato acariciándole el pelo. Parecía tan frágil e indefenso.

Me quedé dormido. Me di cuenta por el grito que dio Takao al verme.

-Takao, tranquilo. Soy yo. Soy Midorima. He vuelto.

-Shin... Shin-chan...

Empezó a golpearme pero no me hizo ningún daño. Le cogí las muñecas y se las besé. Poco a poco, se fue tranquilizando y me abrazó por la poca fuerza que tenía mientras que sus ojos derramaban cascadas de lágrimas.

- ¿Porque te fuiste?

- Mi padre nos descubrió y me llevó América.

- ¿Porque no me avisaste?

- Mi padre tiró el móvil al suelo y lo rompió.

Se me empezó a nublado la vista y Takao me abrazó con calidez.

-Shin-chan, te necesito.

-Estoy aquí Takao.

- No es eso...

- ¿Entonces?

- Te necesito dentro de mí.

Me quedé pasmado con su petición. Estaba muy débil y aún así quería que le hiciera el amor. Inaudito.

-Pero Takao, estás muy débil, deberías descansar.

- No puedo. He anhelado el momento en que volviesemos a ser uno. Por favor Shin-chan, por favor.

No pude no cumplir lo que me estaba pidiendo.

Con el mismo cuidado y mimo que la primera vez, volví a ser uno con Takao. Las sensaciones, las miradas... Todo fue perfecto, como aquella vez.

Durante todo el tiempo que estuve en América eché de menos el contacto de sus labios, sus caricias en mi cuerpo, su calor abrasador en mi piel, su voz susurrante en mi oído... Todo.

- Nunca me abandones.- Me dijo cuando llegó al orgasmo.

- Nunca lo haré. Nunca más.

Y así fue. Nunca más nos separamos. Ni siquiera para ir al trabajo.

CONTINUARÁ...