Basuke Love

11. Kuroko

3. Kagami x Kuroko. Cancha de basket.

- Último partido del Campeonato. Toõ vs Seirin. Aomine Daiki contra Tetsuya Kuroko. Dos ex-jugadores de la Generación de los Milagros. ¿Quién ganará? Si hoy gana el Toõ se convertirá en el campeón pero si gana el Seirin, el Yosen será el campeón...

Los instantes previos a cada partido era muy emotivos. Nuestro único objetivo: ganar. Me puse mi camiseta con el dorsal 11 y saltamos a la cancha.

El partido fue muy duro. Perdíamos por cuatro puntos cuando el interlocutor anunció el final del otro partido y la victoria del Yosen. Teníamos que ganar. El balón se puso en juego. Kagami-kun se encargó de marcar un triple, dejandonos a dos puntos de la victoria.

El balón volvió a ponerse en juego. En esta ocasión, me volví una sombra para poder robarle el balón a un jugador del equipo contrario y encestar. Con esa canasta habíamos ganado pero aún quedaban 15 segundos. Lo justo para qué Aomine-kun hiciera una de las suyas. Creíamos todo perdido cuando el 5 del Toõ lanzó a canasta. Soplé un poco y el balón no dentro. El partido llegó a su fin. El Yosen era el campeón y nosotros, que habíamos quedado empatados después de esa victoria, quedamos subcampeones.

Estuvimos el resto de la tarde celebrándolo con el equipo. Después, Kagami-kun y yo nos fuimos a su casa, ya que me prometió invitarme a cenar si ganábamos.

He de admitir que estaba nervioso. Había decidido que si ganamos este partido le diría lo que sentía por él. Entramos en su casa y me empezaron a sudar las manos. Había estado más veces en su casa, pero esta vez era diferente.

- Ponte cómodo, mientras hago la cena.

Pero no le deje irse. Le agarré de la camiseta. Él se giró y me miró interrogante.

-¿Kuroko?

- No te vayas...

- Pero si voy a la cocina.

- No te vayas de mi vida...

-Kuroko...

Me abrazó. Al sentir como su calidez me envolvía, rompí a llorar, y eso que era de no ser mis emociones.

- Tranquilo, no me voy a alejar de ti. Nunca.

Le miré a los ojos y vi la luz. A mí Luz. Kagami-kun se había agachado un poco para hacer que sus labios rozaran los míos. Nuestros labios encajaban perfectamente. Me dio un pequeño muerdo en el labio inferior antes de separarse.

Estaba totalmente rojo y seguro que yo también lo estaba.

- Venga, vamos hacer la cena.

Él fue a la cocina y yo le miré hacer a través de una barra que separaba la cocina del comedor. De vez en cuando, me robaba un beso, haciéndome sonrojar. Cenamos en silencio y lo poco que hablamos fue del partido. Al terminar vimos una película. Era de deporte, pero surgía una bonita historia de amor. Tuve un impulso de acomodarme sobre Kagami-kun pero me daba vergüenza.

-Kuroko, ¿quieres ser mi Sombra, digo a mi novio?

Al principio no le pude contestar. Incluso me había puesto un apodo cariñoso.

- Claro que quiero mi Luz

Nos besamos felices por el cambio que habían dado nuestras vidas.

CONTINUARÁ...